Hallan presencia de plaguicidas en niños de zonas rurales de Talca: uno de estos está prohibido hace 18 años
A 18 años de que el plaguicida conocido como Paratión -utilizado en la agricultura y considerado de alta toxicidad- fuera prohibido en Chile, una investigación de la Universidad Católica del Maule (UCM) evidenció que el químico sigue siendo utilizado, luego que sus componentes fueron detectados al realizar exámenes de orina a menores de edad de zonas rurales de Talca y San Clemente.
Su uso en los cultivos de frutas y hortalizas fue prohibido ese mismo año en Estados Unidos, mientras que en España lo está desde 1979, debido a que puede tener efectos cancerígenos y neurotóxicos.
La investigación realizó un seguimiento de los metabolitos de plaguicidas organofosforados -productos artificiales aplicados para controlar las poblaciones de plagas de insectos- presentes en la orina de 48 menores, cuyas muestras fueron analizadas en Estados Unidos y arrojaron niveles promedio de 1,8 microgramos del químico por litro de orina.
María Teresa Muñoz, académica a cargo de la investigación que se desarrolla hace tres años, agregó que «estas comunidades están altamente expuestas a plaguicidas no solamente por vivir cerca de predios agrícolas, sino también porque los padres trabajan en el mundo agrícola y traen de su trabajo plaguicidas que utilizan dentro del hogar, lo que es peligroso porque no son de uso doméstico».
Explicó que se han hecho dos mediciones y una intervención enfocada en aumentar la percepción de riesgo y potenciar las conductas de autocuidado frente a la exposición a plaguicidas en las zonas rurales estudiadas.
«Además encontramos otros plaguicidas que intuíamos que aparecerían, como Clorpirifos, Diazinon y otros que no son organofosforados, como Piretroides y el Herbicida 2,4-D. Este último también resulta preocupante, ya que tiene efectos a nivel reproductivo», dijo.
La directora (s) del Servicio Agrícola y Ganadero en la Región del Maule, Ana Cabrera, agregó que «el plaguicida a base de paratión es un insecticida del tipo organofosforado, prohibido en Chile en todas sus formulaciones (etilo y metilo) a contar del año 2000, debido a su elevada toxicidad y a las condiciones de empleo de la época, que lo hacían muy peligroso para la salud».
Según Cabrera, en sus fiscalizaciones en la región, el SAG no ha detectado la venta o distribución de plaguicidas en forma ilegal. «Los inspectores realizan fiscalizaciones a los sitios de venta directa y a los distribuidores de estos insumos, en cuyos lugares se toman muestras de los productos que se comercializan para comprobar su composición y que correspondan a productos autorizados», comentó.
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