Pilar Bañados: En el norte de Chile, los arándanos debieran cultivarse bajo cobertura
Pilar Bañados, académica del Departamento de Fruticultura y Enología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, PUC, en conversación con Blue Magazine, es enfática en sostener que los cultivos de arándanos de la zona norte de Chile, que es donde se produce la fruta más temprana, debieran estar protegidos bajo mallas o túneles plásticos. La profesional asegura que no se trata sólo de una herramienta útil “que esté siendo potenciada y exigida por los mercados con el fin de asegurar el cumplimiento de abastecimiento y el desarrollo de los programas”, sino que también es clave a la hora de poder proteger y manejar de mejor manera el cultivo, ya sea para adelantar o retrasar cosechas, o protegerlo de los fenómenos climáticos extremos. “La discusión no es si sirve o no sirve, la decisión es cómo adapto esta tecnología a mi situación particular y específica”, sostiene Bañados.
Pilar Bañados es especialista en fisiología y producción de berries, con larga experiencia en docencia, investigación y extensión en fisiología de plantas frutales. Su área de investigación incluye la fisiología de las plantas de berries y frutales con énfasis en letargo, diferenciación floral y nutrición.
Costos y Beneficios
El costo de implementar un macrotúnel, con cobertura de plástico, que proteja de manera eficiente los cultivos, oscila entre los USD3/m2 y los USD10/m2 y el principal beneficio del uso de estas cubiertas de polietileno en arándanos – asegura la académica – pasa por la protección de los recursos invertidos, y agrega que si bien la inversión es importante, debiera considerársele un mal menor cuando se compara con lo que se pierde si una helada o una granizada deja al productor sin fruta.
“Creo que hay que contemplarlo como parte de la inversión, mirando siempre la rentabilidad”, enfatiza.
A este objetivo principal hay que agregar las posibilidades que presta en el control de la temperatura, la luminosidad, la humedad relativa y el viento.
Hay que considerar, dice la experta, sus cualidades de transmisión y difusión de la luz solar y propiedades térmicas o capacidad de retener el calor, porque los distintos materiales entregan distintas respuestas, dependiendo de las necesidades de las plantas.
“También se puede adelantar la cosecha de la fruta, por el efecto de una mayor suma térmica y ayuda al control de temperaturas extremas, causales de daño a los cultivos”, sostiene.
Para arándanos aconseja utilizar plásticos de alta transmisión de luz, entre 80% y 90%, y difusión variable dependiendo del objetivo, entre 40% y 70%.
Según estudios, el cultivo bajo techo mejora la eficiencia de la fotosíntesis, por el incremento en la dispersión de la luz, al haber más cantidad de luz difusa en las hojas inferiores y menos exceso de luz en las hojas superiores.
Otra de las cualidades que destaca es el efecto “paraguas” que tienen los macrotúneles, al evitar que la lluvia caiga sobre la fruta, reduciendo las pudriciones, partiduras de fruta y permitiendo además cosechar con lluvia. Dependiendo del plástico utilizado, se puede prolongar o retrasar la época de cosecha y claramente son una protección innegable contra el viento, el granizo y las heladas.
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