Según el último reporte divulgado por Chilean Blueberry Committee, la temporada 2020 / 2021 de arándanos chilenos está finalizando con envíos cercanos a las 116.000 toneladas, lo que se traduce en un aumento de las exportaciones de más de un 7,2 % respecto a la campaña anterior.

En la semana 08 de la temporada chilena que ya llega a su fin se exportaron 2.618 toneladas, desde las zonas sureñas de etapas tardías, que se han visto favorecidas por un clima sin lluvias, lo que ha permitido avanzar sin interrupciones.

De manera exacta, los envíos suman 115.907 toneladas, lo que corresponde a un 7,2% más que en la campaña 2019 / 20, y sus principales destinos son los mercados de Norteamérica (55%), Europa (35%) y el 10% restante ha sido enviado a los mercados del Lejano Oriente.

Orgánicos 

La cosecha y envíos de arándanos orgánicos también siguen al alza, registrándose despachos que acumulan 20.388 toneladas a la semana 08, lo que equivale a un aumento de un 32% respecto de la también exitosa campaña anterior. Estas cifras de exportaciones se traducen en un aumento de los envíos a los mercados norteamericanos, que muestran un crecimiento de un 38% comparado con la campaña anterior, y a Europa, que muestra un aumento de un 15% en los envíos comparados al año pasado.

Congelados

El reporte informa que la situación de los congelados es distinta, ya que, por el contrario, los despachos de arándanos congelados de Chile marcaron un mínimo de 2.573 toneladas durante el mes de enero, lo que equivale a un 23% menos que igual mes de 2020. Estos números se explican debido a que parte del volumen de arándanos orgánicos que normalmente se destinaba a la industria de procesados, en esta temporada se exportó en fresco como consecuencia del Systems Approach implementado para este fin.

Control y mejor oferta

Chile viene saliendo de una larga etapa de ajustes respecto al recambio de sus variedades y otras medidas que la industria chilena ha tomado para elevar la calidad de su fruta. Con estos resultados las expectativas son altas, porque le permitirán retomar competitividad y estabilidad para su experimentada industria.

El recambio varietal impulsado por los productores chilenos y los protocolos de calidad y alto estándar impulsados por el Comité de Arándanos, están ocasionando una nueva oferta en el mercado, con fruta de mejor calidad y de cualidades superiores para el consumo exigente.

En una industria consolidada, como la chilena, este nuevo impulso productivo la mantiene en un papel protagónico en el mercado mundial y le asegura un lugar de privilegio para la comercialización de su fruta, lo que son solo buenas noticias para sus productores y asociados.