En el contexto del avance del Tour Mundial del Arándano, cuyo próximo destino será el XXII Seminario Internacional de Blueberries que se realizará el 25 y 26 de mayo en Guadalajara, Juan José Flores, director de Aneberries, hace un llamado a la industria internacional del arándano para ponerse de acuerdo y gestionar juntos en la perspectiva de la responsabilidad y el fomento del aumento del consumo, como los principales ejes estratégicos de desarrollo.

Crecimiento versus consumo

Conversamos con el experimentado ejecutivo mexicano sobre sus expectativas respecto al Seminario de Guadalajara y sobre cuáles serían los principales objetivos de Aneberries para el encuentro.

El llevar a cabo este tipo de capacitaciones que organiza Blueberries Consulting, a través de estos seminarios especializados, siempre traen un beneficio para los lugares donde los desarrolla, y en particular para el campo de la producción de arándanos aquí en México.

Yo creo que uno de los temas importantes es que se analice el escenario mundial de la producción y los crecimientos que van teniendo cada uno de los países, por supuesto que hoy hay que ponerle mucha atención a los crecimientos de Perú. Creo que a través de la Organización Internacional de Blueberry y los mismos Consejos norteamericanos de blueberry, tanto el Consejo norteamericano, como el Consejo de los Estados Unidos de los arándanos de arbusto alto, todos juntos deberíamos ponerle atención a qué es lo que está pasando con el crecimiento versus el consumo. Debemos ser muy responsables en el cuidado de este sector para que siga siendo un sector rentable y sustentable. Tenemos que ponernos de acuerdo para no llevarlo a un producto que se vuelva comodity.Entonces es muy relevante que podamos acordar entre todos hacer una gran promoción para incrementar el consumo, porque el consumo no está creciendo a la par con lo que crecen las superficies.

La visión de Juan José Flores es muy clara y apunta a organizar globalmente a la industria del arándano en la perspectiva de tomar acuerdos internacionales e implementarlos en cada país, para potenciar y fomentar el consumo del fruto y sobre todo el crecimiento responsable del cultivo.

El ejecutivo de la poderosa organización mexicana también se refiere a los objetivos de mejoramiento de la calidad del cultivo, y pone el énfasis en los demás aspectos que también deben ser considerados cuando se determina la calidad del proceso de producción del arándano para el mundo.

Cuidar la verdadera calidad

Lo otro importante, y super relevante, es que tenemos que cuidar la calidad de la fruta, pero la calidad – además de la que da la propia genética, en cuanto a sabor, en cuanto a presentación física, o en cuanto a lo bonito – tenemos que ser muy responsables en la producción, en el cuidado de la gente, en el cuidado del medio ambiente y en el cuidado de los recursos naturales en general. Entonces, entiéndase que un sector que quiera permanecer en el tiempo y ser realmente sustentable, debería de planear crecimientos con base a lo que se hace por incrementar su consumo en el mercado.

Creo que si bien estamos dentro de una gran organización (casi todos los países dentro de la IBO) y todos estamos trabajando por incrementar el consumo en los Estados Unidos, no hay una responsabilidad como tal de cuidar que esto siga siendo rentable, en fin, yo diría que es muy muy importante que todos los actores le den la importancia que tiene esto dentro del concepto cuidar el ambiente, cuidar los recursos.

Hay que trabajar por deleitar al consumidor, por deleitarlo y por decirle: “esto es sinónimo de salud, esto es sinónimo de nutrición y esto es sinónimo de fortalecer tu sistema inmunológico, pero también es cuidado de llevar bienestar social y económico a las poblaciones donde se desarrollan los cultivos”, y creo que ahí aún hay retos…

Juan José Flores, como director de una de las organizaciones más grandes de productores de berries, siempre ha mantenido una mirada global de la industria, buscando el beneficio de todos los actores, y se ha destacado por su mirada basada en el impacto social y beneficio económico que significa el cultivo del arándano para los partícipes en las diferentes etapas del proceso de producción.

“Nuestro enfoque tiene que diseñarse como una política mundial para incrementar el consumo, pero de un producto que está regresando bienestar al campo en donde se produce, incluyendo al ambiente y a las comunidades”, finaliza.