Antonio Gaete, especialista en producción orgánica

En Trujillo derribaremos mitos respecto a la producción orgánica de arándanos

“El agricultor que pasa a agricultura orgánica tiene que cambiar el “switch”, porque no existe ninguna herramienta que pueda resolver una situación de apuro. Por lo tanto, esos agricultores deben estar monitoreando constantemente su cultivo. Es pasar a un nivel de mucho más estudio y analítica y de estar permanentemente revisando situaciones”.

La actual agricultura orgánica es muy diferente a la que conocíamos hace una o dos décadas. Hoy se busca un mejor diferencial de precios, pero sin descuidar los objetivos de conseguir los más altos rendimientos productivos, ni descuidar la calidad y condición de llegada de la fruta a los más importantes mercados. Hoy se busca responder de manera competitiva a las exigencias de los mercados de destino y a los altos estándares que han impuesto los nuevos consumidores, buscando conseguir mejor calidad de la fruta, una buena productividad, sanidad en el proceso y una mayor rentabilidad para el productor.

Seminario en Trujillo

Antonio Gaete es ingeniero agrónomo, asesor internacional de arándanos y especialista en producción orgánica, y participará en el XXIII Seminario Internacional de Blueberries que se realizará el 6 y 7 de julio en Trujillo, Perú. Su exposición será la oportunidad para profundizar sobre los aspectos fundamentales de la producción orgánica de arándanos, sobre sus ventajas y exigencias, y sobre los mitos que la rodean.

Los agrónomos tienen claro que deben usar muchas herramientas – comenta a Litoralpress – con el objetivo de no poner en riesgo los rendimientos productivos de un huerto que hace su transición a producción ecológica u orgánica.

  • ¿Es más costoso hacer una agricultura orgánica?

No, para nada. Los agricultores deben tener en cuenta que hay ciertas etapas: primero, el proceso de transición, en donde no debemos poner en riesgo los sistemas productivos. Debemos estar monitoreando todo, plagas en sus diferentes estadios, malezas, enfermedades, condiciones ambientales y sobre todo la eficacia de las estrategias establecidas en el plan de manejo orgánico. Tras ese período, comenzamos a intervenir en la segunda etapa, incorporando herramientas propias de la agricultura orgánica, por ejemplo, microorganismos, materias orgánicas en cobertera o compostajes, liberación de enemigos naturales, etc.

Mayor rentabilidad

El concepto es buscar un diferencial de precios. “Muchos nos dicen que no es el concepto, que esa no es la esencia de la agricultura orgánica, pero creemos que existe un impacto al iniciar un proceso de conversión orgánica en un sistema de producción convencional. Es mucho más sencillo cuando existe un diferencial de precio en el valor final del producto, que va a generar un impacto en la rentabilidad del proyecto. Ningún agricultor o empresario se querrá cambiar de una agricultura convencional a una orgánica si sabe que además va a bajar su rendimiento, va a existir un riesgo en un aumento de plagas y que no va a saber cómo controlarlas. Y que además de eso, el diferencial de precios no es tan alto”, explica.

  • ¿Qué es lo que marca la diferencia de costos entre una agricultura orgánica versus una convencional?

La partida. Muchas veces el error está en decidirse por pasar a orgánico el predio, sector o cuartel más malo, productivamente hablando. Sin embargo, es todo lo contrario. Debiéramos tener el mejor sector o cuartel para pasarlo a orgánico porque, si usamos el peor, nos demoraremos más. Si no pudiste levantar un huerto de forma convencional no lo vas a conseguir desde el punto de vista orgánico en el corto plazo. Si el huerto tiene una deficiencia desde el punto de vista nutricional, se debe corregir antes, porque es más económico corregir con una herramienta convencional que con una orgánica. Lo mismo si hay algún problema sanitario. La recomendación es corregirlo y después pasar el sector a producción orgánica.

 

  • En el caso del agricultor que ya ha decidió ser orgánico, ¿Qué es lo más costoso para hacer esa transición?

La estrategia y un plan de manejo que no cuente con la revisión de los puntos críticos que presenta el proyecto, principalmente nutricionales y sanitarios. Eso es lo más costoso, es decir, si la estrategia está mal definida deberás pagar los errores, porque muchas veces los errores se cometen al pensar que se debe llegar al mismo nivel que una unidad convencional. En una agricultura convencional constantemente se está fertilizando a la planta. Sin embargo, en la agricultura orgánica, si bien se busca nutrir a la planta, esto se hace a través de la fertilización del suelo. Por lo tanto, cuando los suelos son en su mayoría pobres, les costará mucho llegar a esa fertilización. Entonces, debemos tomar una “carretera de alta velocidad”, tratando de hacer una sustitución de insumos y de aplicar elementos para fertilizar la planta en formato de rápida entrega.

El gran mito del manejo orgánico es que los rendimientos bajan y también se pone en riesgo el cultivo por problemas sanitarios. “Lo mejor y más concreto en casos de escepticismo es que puedan conocer en terreno otras experiencias. Hay un tema y es que el agricultor que pasa a agricultura orgánica tiene que cambiar el “switch”, porque no existe ninguna herramienta que pueda resolver una situación de apuro. Por lo tanto, esos agricultores deben estar monitoreando constantemente su cultivo. Es pasar a un nivel de mucho más estudio y analítica y de estar permanentemente revisando situaciones”, comenta.

  • Los rendimientos productivos de la agricultura orgánica son menores, ¿o también es un mito?

Tenemos productores que logran tener, por ejemplo, en arándanos, rendimientos de 40 t/ha y, en promedio, las producciones están entre 20 y 25 t/ha.

 

“Otro mito es la calidad de arribo. Nos hemos enfocado principalmente en que la condición y calidad en destino sea igual o mejor que una fruta convencional, porque hoy nos están mirando y midiendo bajo la misma métrica en destino, básicamente porque estamos compitiendo con frutas de otros orígenes que tienen menores tiempos de viaje que la fruta chilena o peruana. Por lo tanto, debemos llegar con más piernas y mejor calidad que lo que se está arribando, por ejemplo, con la fruta de México que, en menos de un día está en la góndola del supermercado”, relata.

Las variedades

“Cuando contamos con buena genética, el manejo es distinto y se hace más sencillo, ya que, el genetista se ha enfocado precisamente a eso: en tener una mejor condición y calidad en el arribo de la fruta, en comparación a la genética más antigua, que buscaba solo mejores rendimientos”, explica.

  • ¿Hay variedades que sean más fáciles de manejar orgánicamente?

Existen variedades que son mucho más fáciles de manejar que otras, principalmente por temas de susceptibilidad al ataque de patógenos o plagas, como también a rendimientos por hectárea. Actualmente la mayoría de las nuevas variedades tempranas tienen muy buen calibre, muy buen desarrollo vegetativo y muy buena productividad. Lo único es entrar al detalle fino para decidir con cuál quedarnos, de acuerdo con la condición agroecológica del lugar donde está cada predio.

 

  • ¿Hay diferencias en hacer agricultura orgánica en suelo que en maceta?

Al estar produciendo sobre un sustrato inerte, debemos preocuparnos por la conductividad eléctrica, del drenaje, de la humedad y de la masa microbiana. En un cultivo en suelo directo, los errores los podemos ver en la campaña siguiente, sin embargo, en macetas, los errores quedan al descubierto al día siguiente. Si nos equivocamos en aplicar la fertilización, probablemente las plantas darán alguna señal al respecto.

 

  • ¿Cómo ve la proyección del arándano orgánico en Perú?

Creo que es difícil pensar que, desde el punto de vista de los volúmenes convencionales, no vaya a haber un impacto en los precios. He visto ciertos inconvenientes técnicos, ya que, no se puede replicar lo que se vio o escuchó en una situación exitosa. Por ejemplo, las enmiendas sólidas que se aplican al suelo tienen un comportamiento muy distinto en arena. Lo mismo pasa en términos de microorganismos, materias orgánicas liquidas y aminoácidos. Creo que el éxito de la producción de arándanos orgánicos en Perú dependerá de cómo se haya obtenido información y cómo está siendo aplicada para sacar el mayor provecho. Otro tema es que hay una presión sanitaria alta, donde se debe establecer una estrategia, planes de monitoreo y revisión constantes de los programas de aplicación.

El XXIII Seminario Internacional de Blueberries se realizará en las instalaciones del Hotel Costa del Sol Wyndham Trujillo Golf, los días 6 y 7 de julio, y en él expondrán, junto a Antonio Gaete, los especialistas Andrés France, Bruno Defilippi, Eduardo Donoso y Paula del Valle, entre otros, abordando temas relacionados a los aspectos fitosanitarios y nutricionales del cultivo, sus nuevos manejos, los aspectos de calidad y condición de la fruta, su vida en postcosecha y sus perspectivas comerciales en el mercado mundial.

Fuente
Martín Carrillo O.- Blueberries Consulting

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