Si bien la actual temporada de la industria chilena del arándano ofrece números azules y bordea los resultados de la campaña anterior, contradiciendo los pronósticos de la industria que aseguraban una gran caída, no se puede decir que los malos momentos para la industria chilena del arándano hayan quedado en el pasado.

Temporada con fortuna

La afectación climática que tuvo la campaña peruana de arándanos – producto de El Niño – que provocó una escasez de fruta en los mercados, gatilló un alza en los precios de la fruta que benefició a los productores chilenos en dos aspectos, primero y de manera obvia en los retornos por los buenos precios alcanzados, y segundo, porque muchos productores que destinaban fruta a proceso lo hicieron a fresco, elevando el resultado final de la campaña chilena a una cifra cercana a las 87 mil toneladas.

Así expuesto, el escenario a futuro es volátil e incierto, por lo que se desprenden muchas dudas por parte de los productores, ya que están conscientes que esta oportunidad ventajosa es muy improbable que se repita.

Enfrentar dudas

El XXX Seminario Internacional de Berries & Cherries que se realizará en Monticello este 11 de abril tiene la misión y la responsabilidad de abordar estas dudas en la perspectiva de dar respuestas a los productores chilenos respecto al futuro inmediato de la industria del arándano.

Será el momento de analizar las oportunidades comerciales que el mercado ofrece a la industria chilena del arándano, abordando la rentabilidad del rubro, desglosando costos, kilos y retornos, entre otros aspectos que inciden en la sostenibilidad del negocio.

Factor de cambio

Por otro lado, el encuentro será el marco en el que la genética podrá demostrar que es un factor fundamental para mejorar las perspectivas de rentabilidad de la industria, no solo por las mejores cualidades de rendimiento, calibre, sabor o calidad de la nueva fruta, si no que por las mejores cualidades de las nuevas variedades para enfrentar los embates climáticos críticos y una mejor condición para enfrentar algunas plagas y enfermedades.

En este último aspecto, los asistentes al encuentro del 11 de abril podrán extenderse con los relatores en las rondas de preguntas y ahondar respecto a los diferentes modelos de comercialización de la nueva genética; los alcances de los distintos programas; las mejores variedades adecuadas para su región o zona; las variedades más adecuadas para determinados mercados; y conocer en detalle la propuesta genética para Chile y sus regiones.

Oportunidades

Por estos y muchos otros aspectos, el encuentro del 11 de abril en Monticello será la oportunidad de abordar con franqueza y realidad el presente y futuro de la industria chilena del arándano, sobre todo en lo que respecta a las nuevas oportunidades que se abren y que, de aprovecharlas, le pueden devolver el protagonismo internacional a una industria con una vasta experiencia y gran capacidad de recursos humanos y materiales.