La joven industria del arándano peruana ha enfrentado su primera crisis en su exitoso desarrollo de la última década y ésta ha llegado desde la amenaza climática, específicamente del fenómeno meteorológico de El Niño, el que afectó la producción peruana de la última campaña, mermando los volúmenes de producción y ralentizando la temporada.

La baja considerable de los envíos peruanos a los mercados provocó una escasez internacional que implicó un alza en los valores de la fruta, beneficiando a los productores de distintas latitudes y compensando a los propios peruanos en su baja en la producción.

Mucho se ha hablado de las causales y las consecuencias de la temporada pasada, aunque aún existen voces que piden un mayor análisis y evaluación de lo sucedido, para evitar episodios similares a futuro. Uno de los resultados de los primeros análisis ha sido el buen comportamiento de las nuevas variedades genéticas frente a episodios críticos del clima. La otra conclusión ha sido considerar definitivamente estos eventos climáticos como parte de la norma y adecuar los manejos a esta realidad.

Estado de la industria y futuro

Una de las voces esperadas para conversar sobre lo sucedido y, sobre todo, del futuro de la industria peruana, es la de Luis Miguel Vegas, quien ha regresado a la gerencia general de Proarándanos y que abrirá las presentaciones de la primera jornada del XXXII Seminario Internacional de Blueberries, dictando la charla: “Actualización del mercado de arándanos en Perú: producción, comercialización y genética”.

El retorno de Luis Miguel Vegas a la conducción ejecutiva de la industria peruana desde Proarándanos es una gran noticia para los productores, empresarios y diferentes actores, por lo que su presentación es esperada con gran interés, además que es el retorno de uno de los artífices del éxito de la industria peruana del arándano, que en menos de una década se convirtió en el líder de las exportaciones mundiales de arándanos y en el mediano plazo puede ser el mayor productor mundial de esta fruta.

Múltiples variables

El mercado exige fruta con buen sabor, de una textura firme y un buen balance de acidez y dulzor. Demanda una mejor apariencia y mayor calibre, con bloom, turgencia y una prolongada vida de anaquel. Por su parte, los productores esperan mejores rendimientos, precocidad en la producción, menores costos y mayor rentabilidad en el proceso de comercialización.

Estas variables cruzan el mercado, dando origen a muchos otros aspectos, tanto en lo agronómico como en lo comercial, que el programa del Seminario Internacional de Blueberries – que se hará este 10 y 11 de julio en Trujillo – tiene incorporados en sus distintas presentaciones y seguirán siendo tratados por los especialistas en las diferentes rondas de preguntas y paneles de conversación.

Genética y diferenciación

En el programa se da relevancia a la oferta genética vegetal y el comportamiento de las distintas variedades en las diferentes zonas productoras peruanas. También las repercusiones del estrés climático en las plantas será un aspecto que será tratado en Trujillo desde distintos ángulos, tanto desde los análisis y evaluaciones de la temporada pasada, como desde los manejos agronómicos y de gestión para combatirlo.

La nutrición adecuada, el control de plagas y enfermedades, los distintos aspectos de cuidados del cultivo y las buenas prácticas necesarias para un buen desarrollo de la industria, desde la actividad en el campo hasta la llegada de la fruta al consumidor final, serán también temas en los que se detendrán los relatores, además de los elementos diferenciadores de las marcas y las diferentes alternativas de comercialización para la fruta peruana.

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