• Entre las principales tendencias que determinarán el futuro del sector se encuentran una genética cada vez más avanzada y una mayor atención de los productores a la productividad y la eficiencia de la mano de obra, según un reciente estudio de RaboResearch.

Un nuevo informe de Rabobank muestra una serie de cambios significativos en varias regiones que prepararán a la industria mundial del arándano para continuar con el éxito.

Las tendencias clave que configuran el futuro de la industria incluyen una genética cada vez más avanzada y un mayor enfoque de los productores en la productividad laboral y la eficiencia, según el reciente estudio de RaboResearch.

La temporada de arándanos 2023-24 fue única, ya que marcó el primer descenso de las exportaciones en 15 temporadas debido a  fenómenos meteorológicos que redujeron la producción en los principales países. En general, las exportaciones mundiales cayeron un 10%, y se espera que la recuperación de la producción y las exportaciones lleve más tiempo de lo previsto inicialmente.

“Para 2024-25, esperamos exportaciones récord, pero solo un 3% superiores a las de la temporada 2022-23», señaló David Magaña, analista senior de productos frescos de RaboResearch, agregando que “en las temporadas siguientes, prevemos un retorno a las tasas de crecimiento anteriores, superando potencialmente el hito de 1 millón de toneladas métricas para la temporada 2027-28”.

Aunque China seguirá siendo el líder mundial en producción, continuará importando la oferta sudamericana durante la contraestación con un enfoque en la calidad, según el comunicado. En la temporada 2023-24, las exportaciones sudamericanas de arándanos registraron su primer descenso en 11 temporadas y sólo el segundo desde la temporada 2001-02, según el informe.

No obstante, se espera que Perú siga dominando el comercio mundial de arándanos, aunque los factores subyacentes que contribuyen al crecimiento están cambiando. “La renovación varietal sostendrá un mayor crecimiento de las exportaciones de arándanos frescos», añadió Magaña, observando además que “una parte de las nuevas plantaciones sustituirá a las variedades y huertos antiguos.

Y con una mayor proporción de nuevas variedades patentadas, esperamos un mayor crecimiento, impulsado por mayores rendimientos más que por un aumento de la superficie plantada.”

Una cartera diversificada de nuevos cultivares permitirá a los productores de diversas regiones ampliar la temporada de producción en un futuro próximo, según el comunicado. En Perú, se espera que la temporada alta se extienda  de unas pocas semanas en temporadas anteriores,  a un par de meses a medio plazo. Este aplanamiento de la curva de producción permitirá un proceso de comercialización más organizado, evitando la saturación del mercado y las consiguientes caídas de precios, según Rabobank.

Menor disponibilidad de trabajadores

La fuerza laboral seguirá siendo un reto importante para los cultivadores de todo el mundo, según Rabobank, ya que, en la mayoría de las regiones,  la disponibilidad de trabajadores está disminuyendo, lo que aumentará la competencia de otros sectores.

Para los cultivos que requieren mucha mano de obra, como los arándanos, la contratación de suficientes trabajadores y la gestión de su alojamiento y transporte es un reto importante para los productores, en particular durante el período de cosecha.

«A medida que la mano de obra se convierte en un reto, esperamos que los productores se centren más en este tema y apliquen cambios, como el cambio a variedades con bayas más grandes o una mejor capacidad de desprendimiento de las bayas, la adopción de la recolección mecanizada, la automatización de los procesos previos y posteriores a la cosecha, la reducción del número de recolecciones y la ampliación de la temporada», comentó Magaña.

Agregó: “La recolección mecanizada está experimentando una curva de aprendizaje pronunciada y debe alinearse con la estructura del huerto y la variedad cultivada», añadió. «Si se tienen en cuenta todos estos factores, tendrá éxito. La cuestión es cuándo”.