Primero quiero expresar el honor que siento de ser protagonista del histórico hecho que la ciencia haya llegado a La Moneda.

La creación y puesta en marcha del Ministerio de Ciencias, Tecnología, Innovación y Conocimiento es un primer y gran paso, pero si creemos que sólo ello va a solucionar los problemas de desarrollo que tenemos nos llevaremos una decepción. Si no ocurre un cambio de mentalidad hacia la ciencia, la manera de hacer las cosas no cambiará mucho respecto a la lejana época de la colonia.

Nuestra primera tarea entonces es inspirar. Inspirar con las oportunidades que nos brinda esta revolución que estamos viviendo, donde el conocimiento tiene que estar en el centro de modelo de desarrollo.

Cuando digo que el Ministerio tiene que inspirar, no quiero que salgamos a contar cuánto se demora la luz en llegar a la Tierra, sino que demostremos un quehacer que puede ser relevante para el desarrollo social.

Luego, debemos vincular la ciencia con el sector privado, con el sistema educacional, con el mundo productivo y con el mundo cultural, entre otros. Debemos vincular el quehacer científico con otros quehaceres. Debemos vincular este Ministerio para que articule muchos quehaceres y se produzcan múltiples descubrimientos para aplicarlos en todas las áreas posibles.

Debemos entusiasmar a los actores públicos y privados, y si a un científico no le gusta hablar de la utilidad de su investigación va a tener que reconsiderarlo, porque si no está preparado para eso, no está preparado para recibir fondos públicos, que son de todos los chilenos. Hay que tener claro por qué hacemos lo que hacemos. Yo siempre estuve tranquilo gastando fondos públicos, aunque de mi laboratorio no salía ninguna patente, ni se generaba ningún empleo.

El científico es un profesional muy valorado, pero a la vez hay una desconexión respecto a quiénes hacen ciencia, en dónde se hace, cómo son los que la hacen. Es paradójico, el científico está bien evaluado, pero nadie sabe qué hace. Los científicos debemos hacer una introspección para ver cómo podemos contribuir al desarrollo del país y de las personas. Debemos crear agenda para el fomento de la investigación científica, la innovación y también del desarrollo de capital humano.

Son muchas las cosas que hay que hacer en este nuevo Ministerio, y todas importantes o prioritarias, pero principalmente hay que fortalecer los lugares donde se hace la investigación y vincularla al mundo productivo, educacional y cultural. Este Ministerio no será un púlpito para que los científicos hablen desde un altar.