Arándanos: Recuperándose del atraso
La primavera fría llevó a que el inicio de la temporada fuera con menor fruta de la esperada. Se estima que aun así la producción y las exportaciones serán mayores a las de la cosecha anterior.
“Lo que ha marcado esta temporada es el atraso en el inicio, que ha sido producto de este clima tan cambiante que no ha permitido que la fruta madure en los tiempos habituales. Hay parte de la producción que se ha perdido, por lo que nosotros ajustamos nuestras estimaciones”, señala Andrés Armstrong, gerente general del Comité de Arándanos, refiriéndose al retraso de la cosecha y exportación que se ha vivido esta temporada y que afectó especialmente a las variedades tempranas.
Lo anterior es producto de una primavera fría que retrasó el proceso de maduración de la fruta y que, de acuerdo con las estimaciones del Comité de Arándanos, habría significado un déficit inicial que llegó a ser de un 48%, afectando al principio a las producciones de la zona norte y centre y a las variedades tempranas, pero que a medida que avanzó la temporada repuntó, llegando a un déficit que se estima sería de un 20%.
Si se compara con el año anterior, al 27 de diciembre recién pasado el déficit acumulado era de un 20%. Sin embargo, y de acuerdo con las proyecciones del Comité, el ajuste debería acortarse porque ya empieza la cosecha de las variedades medias y tardías.
Con todo, se estima que esta temporada la producción de arándanos sea superior a la de la temporada anterior en un 9,56%, de acuerdo con los datos de la consultora iQonsulting, ya que se espera alcanzar las 149 mil toneladas versus las 136 mil de la campaña anterior. A estas alturas, con las cifras de la semana 52, se puede decir que los envíos se han normalizado. En la semana del 21 al 27 de diciembre, los envíos totalizaron 8.400 toneladas, un poco inferior a las 8.800 toneladas que se habían enviado en diciembre de 2014.
Isabel Quiroz, directora de iQonsulting, dice que las primeras semanas de exportaciones se hicieron con arándanos que “a pesar de tener el mismo calibre, a veces mayor por la cantidad de tiempo que pasaron los frutos en la planta, la fruta estaba menos pesada”.
Lo positivo es que en el mercado existe una demanda no satisfecha, ya que Argentina también sufrió los embates del clima, con granizo incluido, lo que mermó su producción.
Esto ha llevado a que se estime que, en general, los precios serían superiores a los de la temporada anterior, aunque el resultado dependerá del destino final y el momento de la venta.
Futuro exportador
Las estimaciones de exportación de esta temporada se sitúan en 96.300 toneladas, versus las 92 mil del año pasado, en una superficie cercana a las 16 mil hectáreas y que en los últimos años vive un recambio de las variedades menos productivas.
Isabel Quiroz manifiesta que hoy estamos en la segunda fase exportadora de esta temporada.
El fenómeno de El Niño debiera haberse alejado del país y “tenemos que esperar que pase un poco e mes de enero para confirmar, a nivel de packing, si se alcanzaron a llenar los frutos y si también tienen los sólido-solubles adecuados y el peso que usualmente tienen para esos calibres que estamos acostumbrados a cosechar”, dice.
Agrega que “hoy día hay que esperar el calibre, que tome más color y más azúcar. Es la época de los grandes volúmenes. Está en plena cosecha”.
La experta es optimista y cree en la recuperación. “Espero que lleguemos a niveles similares de exportación del año pasado y eso porque hay plantaciones nuevas que entraron en producción, que están en una fase creciente, tanto en la VII como en la VIII Región”.
Cree que a futuro se puede crecer en la producción temprana y tardía de arándanos. “En el sector central (de la producción) hay una baja de precios importante que, si bien sigue siendo negocio exportar arándanos, ya no es tan atractivo como era hace 10 años”, asegura.
Recomienda a los exportadores prestar atención a las amenazas que podrían significar productores de Perú, en relación con las variedades tempranas, y de México, en lo que son las variedades tardías de nuestra producción.
Asimismo, sugiere estar atentos a los envíos a Asia, debido a que “hay ajustes que realizar en materia de arribo, porque los trayectos son muy largos. Hay que conocer mejor las variedades y la calidad”. Agrega que, por el volumen que Chile está manejando, se requiere de “ejecutivos que sepan muy bien cómo hacerlo para no dañar el mercado”.
Fuente: Revista del Campo
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