Buscan convertir a Perú en el principal exportador de arándanos del mundo

Perú ha dado de qué hablar en los últimos años en materia agroexportadora. Para algunos, el proyecto Chavimochic ha sido el motivo de ello, ya que a través de ese instrumento se ha dado el riego en tierras de los valles de Chao, Virú, Moche y Chicana, ubicados en la región de La Libertad.

Este hecho ha traído consigo la diversificación en la producción de cultivos, entre ellos el arándano, una fruta que se proyecta para la presente campaña como uno de los rubros hortofrutícolas más prolíficos del país andino.

Carlos Valverde, responsable de la extensión agraria del proyecto Chavimochic, estima que la producción del berry azul en Perú será de 76. 000 toneladas al cierre de la temporada actual, lo cual dejaría ganancias por el orden de los US$ 600 millones.

A juicio de Valverde, se nota el crecimiento de la industria del arándano en territorio peruano, señalando que en 2017 la comercialización internacional de la fruta superó los US$ 280 millones, lo cual representó 30 % de las ventas de la industria agroexportadora de la nación.

Pero Valverde va más allá, y proyecta que para la temporada 2019-2020 la exportación de arándanos finalmente alcanzará las 100. 000 toneladas, lo cual se traduciría, según él, en US$ 800 millones. Dijo que que la campaña siguiente, es decir, la del 2021, el arándano peruano podría facturar US$ 1.000 millones.

«Estos datos confirman que los arándanos se convertirían en el principal producto de agroexportación del Perú, superando a la uva, al café y la palta. Los arándanos convertirían al Perú en el principal exportador mundial de la baya agridulce», sostiene Valverde.

En Perú hay más de 3.000 hectáreas destinadas al cultivo de arándanos, de acuerdo a las cifras que maneja Carlos Valverde. Cree que esto incrementa el compromiso de las grandes agroindustrias y de las asociaciones de agricultores que están vinculadas con el plan Chavimochic.

Potenciación tecnológica  

El proceso del arándano es bastante especializado, por lo que requiere de un adecuado proceso y tecnología para poder tener éxito. Sin embargo, Chavimochic ha desarrollado una tecnología alternativa para poder beneficiar a los agricultores.

Carlos Valverde comenta que se necesitan tierras con sales de 1.2 a 1.5 miligramos por metro cúbico, además de que posean un pH que debería oscilar entre 4.5 y 5.5. Por tal motivo, añade, se está trayendo este tipo de suelo  de la parte de la sierra, la cual es seleccionada y puesta en macetas con pajilla de arroz al 70 % a 80 %.

Estas macetas, explica Carlos Valverde, se pueden regar mediante un sistema por goteo, de acuerdo al número de plantas y la capacidad que tenga la asociación de agricultores.  “Estamos trabajando en otros productos alternativos con los agricultores para seguir potenciándolos, porque el objetivo es beneficiar a todos por igual porque el mercado y la proyección es bastante amplia y lo único que necesitan son las herramientas”, destaca Carlos Valverde.

Fuente
andina.pe

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