Camposol apuesta por alza en consumo de aguacates y arándanos en mercados asiáticos
Camposol, empresa conocida por sus cultivos de aguacates y berries, espera cerrar este año con un incremento de aproximadamente 30% en volumen de arándanos respecto a las 27.800 toneladas de 2018, en línea con sus pronósticos para esta temporada.
El Perú ha tenido un crecimiento destacable, tanto en volumen como en el valor de ventas de sus arándanos, por lo que no sería una sorpresa si igualase a Chile este o el próximo año, ha comentado ProArándanos.
Lo anterior va en línea con las metas de Perú por convertirse en el mayor exportador de arándanos del mundo, algo en lo que está trabajando toda la industria.
En cuanto a la temporada de aguacate, su otro cultivo estrella, Camposol señaló que la cosecha en Perú terminó hace poco y tras dos años de alto rendimiento tuvo menores volúmenes debido a un periodo de alternancia.
Pese a ello afirmó que planean incrementar su oferta para 2020.
“Las cifras anuales nos indican una creciente demanda por la fruta. Sin embargo, se pueden dar, en momentos puntuales, algunos cuellos de botella cuando las cosechas de países como Perú, Sudáfrica e, incluso, México, se concentran demasiado, como ocurrió en 2018”, señaló Jorge Ramírez, CEO de Camposol a PortalFrutícola.com.
“Si nos fijamos en horizontes más largos, podemos ver que, después de una corrección de precio hacia arriba por factores externos, al volver a la normalidad, el precio se ajusta, pero por encima de los niveles que tenía antes de la anomalía”, explicó.
Añadió que los “precios han sido superiores a aquellos del 2018 en algunos momentos del año, principalmente por el menor volumen en el Perú y México”.
Aumento en consumo
Comentó que los incrementos más importantes han ocurrido en la ventana de exportación peruana a Estados Unidos debido a una disminución de los volúmenes en Michoacán, México.
“La demanda de palta (aguacate) Hass viene creciendo, año tras año, por encima del 4% o 5%. Mercados más maduros como aquellos de Estados Unidos y Europa consumen 3.1 kg y 1.8 kg al año per cápita, respectivamente”, informó.
“China, que recientemente casi duplicó sus importaciones, va apenas en 0.3 kg per cápita, existiendo así un enorme potencial por aprovechar e impulsar a lo largo de los próximos diez años. Vemos un excelente horizonte para esta súper fruta que satisface las crecientes necesidades de los mercados mundiales que demandan alimentos frescos y saludables”, destacó.
Desde Camposol señalaron que el consumo de palta (aguacate) seguirá creciendo en los próximos años ya que la tendencia mundial es consumir alimentos frescos, saludables y de gran sabor.
Crecimiento
En lo que concierne a su estrategia de crecimiento, ésta se basa en consolidar su expansión internacional.
Con ese fin Camposol planea fortalecer sus nuevas operaciones agrícolas y afianzar las oficinas comerciales que tienen operando en EE.UU., Holanda y China.
“Este enfoque está en línea con nuestro objetivo de convertirnos en un proveedor que pueda brindar una oferta interesante, novedosa y atractiva durante los 365 días del año”.
Respecto a Colombia, indicaron que ya tienen sembradas 1.300 hectáreas de aguacate y esperar tener una producción similar a la de Perú, de 40.000 hectáreas anuales para 2025.
Una de las ventajas de Colombia, es que les va a permitir ser un proveedor de aguacate todo el año, ya que podrán complementar la oferta de Perú.
En tanto, en Uruguay ya adquirieron 1.500 hectáreas para producción de cítricos, de los cuales hay 400 hectáreas en producción, lo que les permitirá ser proveedores de toda la ventana del hemisferio sur.
En esa línea, Ramírez indicó que el ser una empresa totalmente integrada les permite ofrecer trazabilidad total de sus productos; desde el campo hasta las familias en todo el mundo.
Desafíos
Respecto a cómo se están enfrentando a los desafíos en el área de producción, Camposol afirmó que “los principales desafíos que enfrentamos están relacionados al clima y a la necesidad de reclutamiento de mano de obra calificada para nuestras operaciones agrícolas”.
“A diferencia de países como México y Chile, el abastecimiento de agua para nuestros sembríos en el Perú proviene de proyectos de irrigación que la trasladan de los andes hacia la franja costera, por lo que la ausencia de lluvias no representa un riesgo para los cultivos”.
En esa línea la tecnología juega un rol clave. Comentaron que “en precosecha estamos evaluando el uso de micro-túneles para controlar la radiación y la humedad en zonas críticas. En postcosecha, tenemos el manejo climatizado en toda la cadena: envases y contendedores con atmósfera controlada, nuevos empaques, etc.”.
Camposol Cares from Farm to Family
Hoy Camposol afirmó que cuenta con una estrategia que permite la reducción de su impacto sobre los agroecosistemas, utilizando de manera responsable los recursos naturales, promoviendo la eficiencia y mejora continua de sus procesos, fomentando así, la reutilización de los recursos.
Con eso en mente, en 2018, la empresa se convirtió en la primera compañía agroindustrial peruana en integrar el grupo de empresas certificadas, logrando ahorrar más de 3,347 mil metros cúbicos de agua, 122 mil metros cúbicos de agua reusada y 110 mil metros cúbicos de agua tratada.
Desde el 2014, de la mano de SuizAgua, Camposol mide su huella hídrica, para los cultivos de arándano, palta y mandarina, así como en los procesos industriales de arándano, palta fresca y mango congelado.
“Por ello, y conscientes de nuestros compromisos medioambientales, nos unimos al programa del Certificado Azul llevado a cabo por la Autoridad Nacional del Agua (ANA), la cual congrega a las empresas que además de medir sus impactos, ejecutan también proyectos de reducción de su huella hídrica y generan valor compartido a través del trabajo dentro de la comunidad”.
“Sabemos que hoy los consumidores, y los jóvenes en particular, están conscientes de su salud y buscan, no sólo sabor y buena apariencia en sus alimentos, sino que exigen transparencia en la forma cómo los productos se obtienen y cultivan y en los valores que rigen la gestión de la empresa”, destacó Ramírez.
“Están motivados a comprar alimentos que se producen de una manera sostenible y socialmente responsable. Para ellos es cada vez más importante la ética seguida por la empresa a la cual le compran”, enfatizó.