China atraviesa un momento clave en la industria del arándano. El país asiático ha alcanzado máximos históricos tanto en superficie cultivada como en volumen de producción, consolidándose como uno de los actores más dinámicos del mercado global de esta fruta. El hito fue uno de los temas centrales de la Conferencia Internacional de Arándanos de China 2025, realizada en Mile, provincia de Yunnan, donde se analizaron avances, desafíos y perspectivas de la industria.

En la apertura del encuentro, Geng Yaxiong, director de productos de arándanos de Xinrongmao Fruit Industry Technology Group, subrayó la magnitud del crecimiento y advirtió que el éxito del sector no puede medirse solo en toneladas: la calidad, la inocuidad y la reputación colectiva de la industria serán determinantes en un contexto de consumo más retraído y compradores cada vez más sensibles al precio.

Récord histórico de producción con Yunnan como motor

Los números confirman el salto productivo. De acuerdo con datos del Comité de Arándanos de la Cámara de Comercio de Alimentos y Productos Nativos de China, entre 2024 y 2025 la superficie nacional de cultivos pasó de 96.000 a 110.000 hectáreas, mientras que la producción aumentó de 780.000 a 957.000 toneladas, marcando un nuevo récord histórico. Detrás de estas cifras hay más que expansión territorial: también hay inversión, tecnología y una creciente profesionalización del sector agrícola.

En este escenario, Yunnan se ha consolidado como el gran motor del despegue chino. La provincia cuenta con unas 23.000 hectáreas de arándanos y una producción cercana a 280.000 toneladas, con crecimientos interanuales en torno al 50 %. Su clima, altitud y el uso de técnicas modernas de manejo permiten ofrecer fruta temprana y de calidad, reduciendo la necesidad de importaciones en ciertas ventanas del año y fortaleciendo la confianza del consumidor en el arándano de origen local.

Exportaciones en alza y nueva competencia

El fuerte aumento de la oferta interna ha empujado a la industria china a mirar con más decisión hacia el exterior. Según datos de la Aduana de China, en 2024 las exportaciones de arándanos alcanzaron 2.592 toneladas, un 156 % más que el año anterior. La tendencia se intensificó en 2025: solo en los primeros tres trimestres, los envíos sumaron 6.098,9 toneladas, con un crecimiento superior al 160 % frente al mismo periodo de 2024.

Los destinos también se han diversificado. A los mercados tradicionales de Hong Kong y Singapur se sumaron Malasia y Rusia, reforzando el peso de Asia en la demanda de fruta china. Este avance indica que los arándanos chinos no solo ganan volumen, sino también competitividad y reconocimiento. En paralelo, las importaciones de arándanos crecieron más de un 80 % en los primeros tres trimestres, abastecidas casi en su totalidad por Perú y Chile, países que han debido adelantar su calendario de llegada al mercado chino para no perder posiciones frente al desarrollo de Yunnan.

Desafíos estructurales y próxima etapa de la industria

Pese al récord, el sector no está exento de tensiones. Geng Yaxiong destacó que, si bien el calendario de los arándanos nacionales se ha ido adelantando, la oferta continúa muy concentrada en marzo y abril, meses que representan cerca de la mitad del suministro anual. Esta concentración presiona precios, logística y cadena de frío, y plantea la necesidad de extender el ciclo de suministro, en especial mediante el desarrollo del norte de China con variedades Highbush que puedan abastecer entre mayo y septiembre.

El crecimiento acelerado también deja al descubierto retos estructurales: impactos del cambio climático, ausencia de estándares unificados de calidad e inocuidad, y presencia de variedades no autorizadas. En un mercado donde los consumidores demandan cada vez más diferenciación en sabor, textura, formatos y usos, la genética utilizada se vuelve un eje central para construir marca y valor agregado.

En su conclusión, Geng advirtió que la industria china del arándano entra en una fase decisiva. El récord productivo es tanto un hito como un llamado a la cooperación: solo mediante el respeto a la propiedad intelectual, la mejora continua de los estándares y un trabajo coordinado entre productores, empresas y autoridades, China podrá transformar su peso volumétrico en liderazgo sostenible y de alto valor en el mercado global de arándanos.