Desarrollan fármaco natural para prevenir y controlar patógeno mundial en abejas melíferas
Las abejas son responsables de polinizar y mantener el 75% de los cultivos de consumo humano. Sin embargo, una de las enfermedades que aumenta el déficit población es la nosema ceranae, hongo que por estos días busca ser eliminado a través del innovador “Lowen B”, fármaco natural con propiedades antifúngicas en base a extracto natural de hojas de olivo e inocuo para la especie.
Dicho hongo es una enfermedad de distribución mundial que afecta el tracto digestivo de las abejas y es responsable en parte de su disminución. Y, por otro lado, investigaciones recientes la colocan como una de las causas del síndrome del colapso de la colmena, nombre con el que se reconoce el despoblamiento de colmenas sin una causa aparente.
El proyecto “Producto farmacéutico para uso en Apis melífera, en base a extracto vegetal, para el control de la infección causada por el patógeno de distribución mundial Nosema ceranae” es apoyado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y ejecutado por el equipo de Investigación de la Universidad del Desarrollo (UDD) junto a la empresa ApiQuality. Este formulado permitió desarrollar y validar en respuesta a la disminución de la población de abejas por Nosemosis y al déficit de abejas que afecta al sector agroalimentario y a la cadena de valor de la apicultura.
La coordinadora del proyecto, Jessica Martínez, resaltó que la innovación “reduce el nivel de infección de nosémosis sobre el 80% y ha demostrado efectividad también frente a otras afecciones de la colmena tal como la bacteria Paenibacillus larvae agente causal de loque americana, enfermedad para la cual actualmente no hay tratamiento”.
Martínez, añadió que para lograr el gran avance se realizó un trabajo minucioso que contempló, en primera instancia, la validación de un prototipo a nivel de laboratorio para asegurar que no sea tóxico para las abejas. Luego, se pasó a los ensayos en terreno para probarlo y validarlo en condiciones reales (clima, temperatura, néctar y polen).
“Los apicultores creen en el proyecto y pusieron en su momento a disposición sus abejas, utilizando 40 colmenas en apiarios que estaban infectados de manera natural por nosemosis y tras la aplicación de Lowen B pudimos ver que las colmenas se fortalecen, lo que se reflejó en el aumento de la población de abeja adulta y de cría (presencia de larvas) y en el aumento de producción de miel”, cerró Martínez.
Natural
Otra de las características de Lowen B es que también se puede considerar como un suplemento alimentario de origen vegetal con propiedades antifúngicas en base a extracto natural de hojas de olivo, inocuo para la especie. Además, está formulado con excipientes de origen natural para el control y prevención de patógenos que afectan a las abejas melíferas. Para asegurar su consumo y efecto preventivo y/o curativo debe ser administrado como jarabe en el alimento, sistema práctico y seguro para el insecto y el apicultor.
En esa línea, la directora ejecutiva de FIA, Francine Brossard, mencionó que «es fundamental destacar que Lowen B, es de origen natural, por lo cual es un aporte al desarrollo sustentable (económico, social y ambiental) de la pequeña y mediana apicultura, dado que no contamina las poblaciones de abejas, los productos de la colmena y por ende es inocuo para los consumidores finales. Como FIA, esperamos que el proyecto logre coronar los excelentes resultados alcanzados, concretando la correspondiente solicitud de registro de este fármaco apícola natural, ante el SAG, lo que permitirá a los pequeños y medianos apicultores de nuestro país contar con un producto natural eficiente tanto para prevenir como para controlar la nosemosis en sus colonias de abejas».
Finalmente debemos destacar que, si bien la formulación no está aún registrada y en venta, el proyecto es una innovación que busca revolucionar el mercado pues es un nuevo fármaco natural que refuerza el rubro apícola el cual además de proveer numerosos productos de la colmena (miel, propóleo, jalea real, polen, cera), juega un papel más importante en el equilibro ecológico y la seguridad y soberanía alimentaria ofreciendo servicios de polinización para el 75% de los cultivos agrícolas.