“Es una gran oportunidad de demostrar la verdadera importancia que tiene la investigación y la innovación en el sector agroalimentario”, afirma el director general de ANOVE, Antonio Villarroel.  “La innovación en semillas y variedades vegetales resulta fundamental para poder satisfacer las demandas de los agricultores, especialmente en un proceso de cambio climático como el actual”.

Según los mismos datos, producto de las innovaciones en la obtención vegetal, la emisión de gases de efecto invernadero en Europa ha disminuido en un 33% durante las últimas dos décadas; se han ahorrado 54.000 millones de metros cúbicos de agua.

Villaroel menciona que el trabajo de los obtentores apunta a ayudar a potenciar la producción, reducir costes de explotación, aumentar rendimientos y colaborar a lograr una completa seguridad alimentaria.

Aumentos de productividad

Según ANOVE, los incrementos de productividad han sido espectaculares en todos los cultivos desde la década de los sesenta, creciendo entre el 1% y el 3% anual. Esto ha significado el aumento de la productividad haya incrementado en este periodo entre el 100% y el 200% en el caso de los cereales, dependiendo de los cultivos. Otras plantaciones esenciales como las papas han alcanzado un incremento de casi el 80%. En otros casos como el tomate, se ha aumentado hasta un 1.000%. Alrededor del 40% de este crecido en la productividad agraria es gracias a la mejora de las variedades vegetales.

La investigación científica y la tecnología aplicada a la obtención de semillas y plantas han aumentado la eficiencia, la productividad y han mejorado los procesos.

La producción de alimentos a nivel global no ha dejado de aumentar; la demanda por parte de los consumidores va en una constante crecida y al mismo tiempo son múltiples las investigaciones y trabajos en obtención vegetal, que están concentrando sus esfuerzos en generar productos de calidad. Esto ha conllevado a que los precios se mantengan más estables beneficie a los agricultores y productores.

La importancia de este día

El Día Mundial de la Propiedad Intelectual e Industrial, se celebra cada 26 de abril, para conmemorar los derechos de propiedad intelectual e industrial. Los que son clave para el desarrollo de las distintas áreas como los descubrimientos científicos e industriales, entre ellos, los relacionados con la agricultura y la alimentación.