Egipto emerge como nuevo actor en la industria del arándano con Reino Unido como principal destino
Egipto ha pasado de estar en el radar figurativo de la industria del arándano a convertirse en un actor emergente que ya figura en los planes de numerosas empresas de Europa y las Américas. Dos compañías —una española y otra neerlandesa— han identificado el potencial del país y están desarrollando proyectos con genética propia.
Como muestra de este avance, una empresa global con sede en las Américas está implementando un ensayo de 50 hectáreas cerca de Alejandría, en las inmediaciones del río Nilo. Si los resultados son positivos, el siguiente paso será ampliar la superficie a plantaciones comerciales de mayor escala. Del mismo modo, un grupo internacional que trabaja con genética desarrollada en Australia inició nuevos ensayos en Egipto en 2023, reforzando la proyección del país en el sector.
La industria egipcia imitaría a Marruecos
Hasta hace poco, la mayoría de los proyectos en Egipto no superaban las 8 hectáreas, concentrándose principalmente en las provincias de El Cairo y Alejandría. Se estima que, una vez en plena expansión, la temporada egipcia replicará en gran medida la de Marruecos en términos de calendario productivo. De hecho, uno de los inversionistas —cuyo proyecto se ubica en una latitud similar a la de Agadir— tiene como meta alcanzar su máximo rendimiento en febrero.
Si bien Egipto y Marruecos comparten su ubicación estratégica en el norte de África y su cercanía con Europa, la industria egipcia podría diversificar destinos debido a la distancia entre Alejandría y Agadir, que alcanza aproximadamente 5.000 km a lo largo de la costa. En este contexto, el interés europeo por Egipto es elevado, aunque los volúmenes exportados siguen siendo reducidos y se concentran principalmente en el Reino Unido, seguidos en menor medida por Países Bajos, Francia y Malasia.

Condiciones favorables para el cultivo de arándanos
Egipto cuenta con una superficie mayoritariamente plana, una mayor disponibilidad de agua que Marruecos y abundante mano de obra. Estos tres factores —facilidad de riego, topografía favorable y fuerza laboral accesible— han sido descritos como el “ingrediente secreto” para el éxito de la industria, en un proceso similar al experimentado por Perú.
Otro elemento que refuerza el desarrollo del sector es la dimensión de su mercado interno: Egipto tiene más de 100 millones de habitantes. Aunque el ingreso per cápita es relativamente bajo, se asemeja al de Sudáfrica, donde la industria de frutos rojos ha logrado consolidar un mercado doméstico en constante expansión. De hecho, un agricultor que realizó encuestas de consumo en Egipto encontró que una de cada cinco personas estaría interesada en comprar arándanos.
Reino Unido, el principal mercado
El Reino Unido se ha consolidado como el principal destino de los arándanos egipcios, registrando en 2024 un crecimiento significativo que alcanzó un pico de 272 toneladas.

La comparación entre 2024 y 2025 muestra un aumento del 247%, pasando de 43 toneladas acumuladas a la semana 14 de 2024 a 149 toneladas en el mismo periodo de 2025. Cabe destacar que el volumen total exportado en 2024 llegó a 324 toneladas, lo que confirma la aceleración de este crecimiento.


Otros mercados relevantes para los arándanos egipcios en 2024 fueron España (13,8 toneladas), Países Bajos (12,1) y Francia (10,2). En menor escala, también se registraron envíos a Eslovenia, Mauricio y Malasia.

Potencial de Egipto en la industria del arándano
Egipto posee un enorme potencial para destacar en la industria del arándano, respaldado por sus tierras fértiles y la experiencia acumulada en otros cultivos como trigo, arroz y cítricos. Sus ventajas climáticas y geográficas se ven reforzadas por la creciente apuesta por la tecnología agrícola y el apoyo del Gobierno para consolidar el sector.
Gracias a estos factores, Egipto se perfila como un actor emergente con capacidad de ganar protagonismo en el mapa mundial del arándano.
Artículo siguiente
Fall Creek Farm & Nursery nombra a Marc de Beer como director ejecutivo