El agua se convierte en el «oro líquido» del siglo XXI: La falta del vital elemento se extiende por el mundo incluido nuestro país

La sequía que afecta a la zona norte de Chile desde hace cinco años ha avanzado hacia el sur, lo que implica no solo un problema respecto de la alimentación, sino que puede afectar otros sistemas como el eléctrico y a la economía en general.

El problema que causa la sequía ha sido puesto en evidencia por diversos  sectores, que van desde expertos en la materia hasta movimientos sociales que se ven afectados por la falta de agua en el país.

Si bien desde el Gobierno se han presentado algunas ideas para paliar el problema, son insuficientes, ya que la falta del recurso vital ha llegado hasta el sur del país, donde se supone que hay mayor presencia de lluvias, por lo que este problema no es tan grave como en el resto del territorio.

Las consecuencias de esta carencia han afectado tanto a la sociedad como a la producción. Es por ello que el ministro de Agricultura, Carlos Furche, decretó como zona de emergencia agrícola a 19 comunas de la región de Los Lagos, lo que significa que actualmente hay 114 localidades a lo largo del país en la misma situación.

La economía también se ve perjudicada por la sequía, ya que la escasez de agua ha desencadenado la falta de alimento para el ganado, lo que baja la producción de leche y carne, unos de los alimentos de mayor consumo. Esto sin mencionar los problemas de salud que acarrea la situación, pues hay muchas familias que obtienen agua a través de camiones aljibes.

¿Qué provoca el problema?

Una de las explicaciones respecto de porqué se produjo la sequía es el cambio climático, que ha incidido en las lluvias. Otra razón es del tipo legal, puesto que el código de aguas permite que los derechos de aprovechamiento se entreguen a privados de forma gratuita y perpetua. Una tercera idea es que esto se debe a una mala gestión territorial en el centro y sur del país.

Cuando aparece este problema, la Dirección General de Aguas (DGA) actualizó el decreto de sequía, que era del año 1984 y se hizo la modificación en 2012 producto del cambio climático y porque con la nueva tecnología se pueden usar distintos indicadores que entregan algunos datos que permiten saber si se está o no en sequía en algún lugar.

Al parecer una de las soluciones para este problema es concientizar a la población respecto de la importancia del agua y de esta manera lograr un fortalecimiento del uso de este recurso.

Consultado sobre estos temas, el presidente de Modema (Movimiento de Defensa del Medio Ambiente), Andrés Álvarez, manifestó «el problema de la falta de agua es más grande de lo que uno imagina, porque es una catástrofe lenta, pero progresiva, que día a día va dejando más afectados«.

En cuanto a cuáles podrían ser las causas de esta sequía que está presente en el país desde hace cinco años, Álvarez expresó «una cosa es la falta de lluvia, provocada por el calentamiento global, y otra cosa es la sobre explotación de recursos. Además, cuando existe un Código de Aguas que es permisivo con la venta y transacción de agua uno se encuentra con esta sequía y la catástrofe se expresa de mayor forma de la que debería de hacerlo naturalmente«.

En cuanto al impacto que esta situación produce, el presidente de Modema dijo que «tiene un impacto económico sobre las comunidades y la familias en Chile, porque con un tema de sequía tan severo como el que tenemos en el país, los productos agroalimentarios que provienen de estos sectores del país y llegan a la canasta básica, incrementan su precio. Es un tema que va de la mano con la economía y cuando hay sueldos miserables en la gran parte de la ciudadanía, la gente se limita a no llevar frutas y verduras y eso también significa un problema de salud por una mala alimentación«.

En relación si hay algo que se pueda hacer para encontrar una solución a este problema, Álvarez explicó «yo creo que la solución al problema la tiene el Estado. En el tema del recurso hídrico el gran ausente es el Estado, porque él no ha trabajado políticas públicas que vayan a entregar una solución al tema hídrico en el corto, mediano o largo plazo. Partiendo por el Código de Aguas que no está bien regulado para que los proyectos industriales no ocupen las aguas de las cuencas y lechos, sino que se determine que éstos deben abastecerse de agua desalinizada«.

A esto también se refirió el profesor de la Escuela de Obras Civiles y del Centro de Energía de la UDP, Hernán Alcayaga, quien manifestó que los principales problemas que trae esta situación es que «esto afecta primero la distribución del agua potable, que es esencial para la vida y el quehacer de los habitantes, luego a la producción agroalimentaria y también a los recursos naturales, porque si no tenemos agua en los cauces naturales, difícilmente los sistemas ambientales se van a mantener, además, los sistemas productivos se van a ver afectados, ya que necesitan agua para ciertos procesos«.

«Hay un tema que no es menor que tiene que ver con que el 45 por ciento de la matriz energética del país es hidroeléctrica, entonces si no tenemos agua para producir electricidad no tenemos energía y sin esto la industria también se va a ver afectada«, añadió el profesor de la UDP.

En cuanto a los sistemas que existe y que podrían ayudar a paliar la situación, Alcayaga expresó «el uso de agua desalinizada es una opción, pero también hay una solución que son los ´atrapadores´ de nubes que condensan el vapor del océano y ahí capturan agua«.

 

Fuente: Cambio21

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