El estrés hídrico afecta de manera consistente a las plantas. Específicamente, en el caso del arándano, reduce la fotosíntesis, disminuye su crecimiento y merma la producción de frutos, entre otros efectos negativos.

La falta de agua no sólo puede reducir el rendimiento de la cosecha del año en curso, sino también reducir el número de flores y frutos producidos al año siguiente. El arándano es dependiente de la madera nueva para la producción de fruta al año siguiente, por lo que la falta de agua que ocurra en esta etapa podría limitar la producción de cañas nuevas.

Por otro lado, la división celular es muy sensible al estrés hídrico, y si disminuye, se reduce el tamaño del fruto en la cosecha. Incluso, una vez que la fruta se establece y desarrolla el dosel, el riego sigue siendo fundamental.

Este tema será abordado en la jornada del 25 de agosto del Mes Internacional del Arándano, bajo la perspectiva de las soluciones posibles para enfrentar el problema, en la charla “Mejoramiento de la calidad de frutos de arándano en condiciones de estrés hídrico mediante el uso de inductores hormonales”, que dictará el reconocido investigador del INIA, Cristián Balbontín.

Investigación en curso

Cristián Balbontín es ingeniero agrónomo y Encargado del Programa Fitomejoramiento y Fitotecnia Berries en el INIA y actualmente, con un equipo compuesto por Marisol Reyes Muñoz, Carmen Gloria Morales Alcayaga y Juan Hirzel Campos, está terminando un largo trabajo investigativo iniciado hace cuatro años, sobre “Transferencia y desarrollo de un producto para incrementar la tolerancia al estrés hídrico y calidad organoléptica de frutos de arándanos mediante el uso de inductores hormonales y nutricionales”, del que seguramente, y a modo de primicia, compartirá en detalle y profundidad los avances y resultados preliminares de sus investigaciones con el conjunto de los asistentes virtuales, de diferentes partes del mundo, conectados a la charla programada para el jueves 25 de agosto.

El producto

El objetivo del trabajo investigativo del profesor Balbontín iniciado en 2018, ha sido desarrollar un producto para incrementar la tolerancia al estrés hídrico y la calidad organoléptica de los frutos del arándano mediante el uso de inductores hormonales y nutricionales, seleccionado y combinado dosis hormonales con elementos nutricionales y otros agregados para crear la solución definitiva del producto.

En este proceso investigativo poder evaluar también el efecto de diferentes combinaciones sobre tolerancia a estrés hídrico y las características de calidad de frutos, además de diseñar un modelo de negocio para el prototipo del producto a comercializar, para finalmente difundir y capacitar a los productores de arándanos y personas relacionadas al cultivo en el uso y aplicaciones del producto obtenido.

Investigador experimentado y versátil

Cristián Balbontín es autor o ha sido parte de una veintena de proyectos de investigación, entre los cuales se puede destacar:

“Transferencia zonificación térmica satelital con uso de inteligencia artificial”, “Prospección y validación de nuevas alternativas de berries de alto valor alimenticio para potenciar la industria de la región del Maule”, “Inoculantes microbianos endófitos para la protección frente a cancrosis de la madera en arándano”, “Tecnologías de Protección en huertos de arándanos para mitigar los riesgos climáticos y su impacto en el rendimiento y la calidad en poscosecha de fruta destinada al mercado de exportación como fresco”, “Manejo sustentable de plagas mediante el desarrollo de un vehículo aéreo no tripulado (UAV) para la dispersión de agentes de control biológico”, “Programa de fitotecnia de berries Maule-Bio Bío”, “Transferencia Mosca suzukii protección fruticultura y empleo”, “Estudio y validación de factores de manejo que contribuyen a mejorar la calidad y condición de fruta de arándano de la Región de Ñuble”, entre otras investigaciones, también relacionadas a la frambuesa, la cereza o el avellano europeo.