El CPTPP y la exportación frutícola

Un grupo de once naciones de la región Asia – Pacífico firmaron el pasado 8 de marzo, en Santiago de Chile, el histórico Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP, por sus siglas en inglés). El acuerdo, que busca reducir las barreras comerciales, es uno de los principales tratados comerciales de las últimas dos décadas. Ocupa el tercer lugar después del CETA (entre Canadá y la Unión Europea) y el Nafta (Tratado de Libre Comercio de América del Norte).

Aunque Estados Unidos se retiró de las negociaciones a comienzos de 2017, el resto de los países siguió adelante con el proceso, por lo que Chile, México y Perú forman parte de esta nueva y ambiciosa alianza comercial, que la completan Australia, Brunei, Canadá, Malasia, Japón, Nueva Zelanda, Singapur y Vietnam, cubriendo un mercado de alrededor de 500 millones de personas, que representa un 13% del PIB mundial.

El CPTPP, también llamado Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), o simplemente TPP11, aborda diversas materias comerciales y regulatorias entre los países y sus respectivos mercados en la perspectiva de contribuir al mutuo crecimiento económico y al desarrollo de nuevas oportunidades para las empresas, los trabajadores y los consumidores.

China y EEUU

A fines de 2016, en un video difundido en internet, el Presidente de EEUU, Donald Trump, anunció que retiraría a su país del TPP, hasta ese momento un tratado firmado por 12 países y que juntos representaban un mercado de 800 millones de personas, correspondiente al 40% de la economía mundial.

«El TPP es un desastre potencial para nuestro país«, dijo Trump en el video, y anunció que optarían por acuerdos comerciales bilaterales que le permitan generar más empleos e industria para su país. Finalmente materializó el retiro en febrero de 2017.

China es considerada la gran beneficiada con la ausencia de EEUU en el tratado, debido a que siempre se pensó que el TPP era una sólida forma estratégica de EEUU de asegurar el liderazgo en Asia. «Que se apruebe el TPP es para mí tan importante como otro portaaviones«, declaraba la autoridad estadounidense en la época.

En este nuevo escenario, con una percepción evidente de vacío de liderazgo, China está lista para ocuparlo y beneficiarse del CPTPP sin necesidad de formara parte del tratado.

América Latina

Indudablemente hay muchas voces disidentes que han cuestionado la firma del acuerdo, principalmente organizaciones civiles y activistas en América Latina. Sin embargo, sólo en el caso de México, según estimaciones de la Secretaría de Economía respecto al anuncio de la firma del CPTPP, el país norteamericano podría exportar más de USD 150.000 millones hacia estos nuevos países en los próximos cinco años.

El mercado que representa el CPTPP, de casi mil millones de consumidores, sería imposible de conseguir para los países latinoamericanos mediante otros acuerdos bilaterales o multilaterales. A pesar que hay quienes creen que la región no puede supeditar sus esperanzas de crecimiento sólo a los intercambios comerciales con las grandes potencias o los países asiáticos, sino que se debería apuntar también al comercio regional latinoamericano. Chile, México y Perú, los tres miembros latinoamericanos del CPTPP, integran también la Alianza del Pacífico junto a Colombia, un bloque que promueve el intercambio en la región.

La industria frutícola

El 2017 se registraron varios récords en las exportaciones chilenas, llegando a números históricos de valor y volumen de ventas al extranjero. Estos índices podrían ser superados con la puesta en marcha del acuerdo CPTPP, ya que su principal objetivo es la eliminación de las barreras arancelarias en los países socios, hacia donde se envía casi el 20% de las mercancías chilenas en la actualidad.

Entre otras, la industria frutícola podría ser una de las mayores beneficiadas, accediendo a mercados de gran consumo como Malasia, Vietnam, Canadá y Japón. A modo de ejemplo, sólo en el caso de Japón, el impuesto a la importación de fruta en la actualidad oscila entre el 16% y el 32%, y con los acuerdos firmados en el CPTPP, éstos quedarían reducidos a cero en un plazo no mayor a ocho años. Las perspectivas para los productores, y el conjunto de la industria frutícola, son claramente ventajosas con la puesta en vigencia del nuevo tratado.

Fuente: Blueberries Consulting – Martín Carrillo O. 

 

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