“En Perú estamos más preocupados de cuidar los cultivos que de la cantidad de kilos en el mercado”
La industria peruana del arándano no solo ha crecido exponencialmente en cantidad de fruta producida y exportada al mundo, posicionándose en los lugares de liderazgo mundial como potencia exportadora, sino que también sus niveles de conocimiento respecto del cultivo y sus reflexiones respecto a la experiencia de producir se ponen a la vanguardia de la industria global en los aspectos de sostenibilidad del negocio.
El Seminario Internacional de Blueberries Consulting que se realizó en Trujillo el pasado 10 y 11 de julio fue la ocasión para que prestigiados especialistas reflexionaran respecto al estado y futuro de la industria, y en conjunto con los productores y empresarios peruanos concluyeran que el cuidado del cultivo y la vida de las plantas son la prioridad estratégica para asegurar la sostenibilidad de la industria y proyectarla en el tiempo como una actividad de rentabilidad permanente.
Desafío climático
El desafío impuesto por el comportamiento errático del clima debido al calentamiento global y las consecuencias agronómicas, productivas y comerciales que se han producido en las últimas campañas, es un factor que los productores peruanos están abordando con responsabilidad y eficiencia.
El estrés abiótico en las plantas es la principal preocupación de la industria peruana y las cifras de envíos han pasado a un segundo plano. De hecho, es muy probable que en esta temporada la industria peruana no logre superar los números alcanzados en las dos últimas campañas, aunque otros analistas proyectan que superarán las 300 mil toneladas.
“En Perú estamos más preocupados de cuidar los cultivos que de la cantidad de kilos en el mercado”, asegura uno de los empresarios asistentes, agregando que la industria peruana agradece estos espacios dónde se comparte investigación de alto nivel respecto del cultivo del arándano, y que luego debemos llevarlas a nuestra realidad.
Estrés abiótico
Las plantas han desarrollado diversos mecanismos moleculares, morfológicos y fisiológicos para reaccionar a condiciones ambientales desfavorables. El estrés abiótico es la alteración de procesos fisiológicos y metabólicos de las plantas por factores ambientales, o cualquier variable ambiental que limite la productividad (aumento de biomasa) por debajo del potencial genético de la planta. O sencillamente las fuerzas o influencias adversas que tienden a inhibir el normal funcionamiento de los sistemas de la planta.
Los principales tipos de estrés abiótico son el químico, a raíz de los efectos en las plantas de los pesticidas, los metales pesados y contaminantes ambientales; por bajas temperaturas, que pueden producir congelación o daño por frío; por exceso de agua, que produce inundación, anoxia o hipoxia, o escasez y falta de oxígeno; por salinidad, que produce estrés osmótico; por radiación, que afecta el espectro visible y la radiación ultravioleta (UV); y por altas temperaturas, que producen calor, stock térmico, olas de calor y falta de horas/frío para el receso de los cultivos.
Seminario Internacional de Blueberries
En este escenario, los puntos más altos de la programación del Seminario de Trujillo en ambas jornadas estuvieron marcados por el interés de conocer las mejores estrategias para enfrentar el estrés en las plantas, producido por las altas temperaturas y la radiación.
Todos los análisis y proyecciones aseguran que en los próximos 5 años se superarán los 1,5°C, que ponen como límite los organismos mundiales al enfrentar el cambio climático. La temperatura subirá de 1,8°C a 3,6°C respecto a la era preindustrial, poniendo en peligro toda actividad humana. Y no sólo subiría la temperatura, sino que a su vez subirán los números de días en el año o en la temporada con temperaturas extremas.
Cuidado con los extremos
No hay que olvidar que las plantas hay que cuidarlas de los extremos, no tanto de los promedios. Las ondas de calor súbitas inducen estrés extremo y posiblemente la muerte de las plantas. Estas altas temperaturas acortan la temporada de los cultivos y ello reduce el tiempo en que las plantas pueden hacer fotosíntesis con buena humedad de suelo.
Ciertamente, la industria peruana ya no planifica sobre la base de condiciones óptimas para el cultivo del arándano y se prepara para una realidad de desafíos permanentes, muchos de ellos provenientes del clima. De hecho, las condiciones óptimas varían según genotipo (especie, variedad), etapas fenológicas y condición del cultivo (nutrición, riego, etc.). Las condiciones ambientales varían continuamente, por ello, es difícil definir cuándo una determinada variable (temperatura, radiación, etc.) se hace estresante para la planta.
No olvidemos que los cultivos no pueden moverse, deben permanecer en su lugar. A pesar de que las plantas tienen un alto grado de homeostasis, es decir, tratan de mantener la composición y propiedades de su medio interno gracias a los mecanismos de autorregulación que poseen. En otras palabras, “las plantas deben cambiar para que todo siga igual”, asegura el doctor Jorge Retamales.
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