A pesar de una producción interna de frutas y hortalizas frescas superior a los 25 millones de toneladas, el fuerte crecimiento de las importaciones en España se debe a varios factores.

En primer lugar, el crecimiento de la población española, que pasó de 40 a 47 millones de habitantes en el período 1995-2020. Al mismo tiempo, el crecimiento económico de estos 25 años también ha afectado, excluyendo las diversas fluctuaciones y en particular la crisis de 2008, que ha favorecido un cambio en la dieta de los españoles, por ejemplo cada vez más inclinados a las frutas exóticas.

Los frutos rojos, fresas, frambuesas y arándanos alcanzaron en 2020 140 mil toneladas, de las cuales el 80% se importa de Marruecos y el 9% de Portugal. En el caso de los arándanos, Perú también juega un papel importante, ya que representa el 3% de las importaciones.

En cuanto a las frutas exóticas, la piña, el aguacate y el mango han experimentado un crecimiento exponencial, tanto que los volúmenes totales han pasado de 35 mil toneladas en 1995 a 395 mil toneladas en 2020. Las piñas provienen principalmente de Costa Rica, los mangos en un 60% de Brasil y 25% de Perú, aguacates para 46% de Perú, 8% de Marruecos mientras que Chile y Colombia mantienen una participación del 6%.