Expertos apuestan por la agricultura sostenible en la reconstrucción económica tras la COVID-19
La jornada, titulada “Recetas económicas post-coronavirus: ¿Cómo la agricultura y el medio ambiente nos sacarían de la crisis?”, ha sido presentada por la directora general de Sigfito, Rocío Pastor, quien se ha mostrado convencida de que la regeneración económica española pasa por “ligar el medio ambiente a la agricultura”.
El subdirector del Instituto de Economía, Geografía y Demografía de IEGD-CSIC, Tomás García Azcárate, ha asegurado que “no existe dicotomía entre economía y ecología”, y que “la agricultura ha de ser sostenible desde el punto de vista económico, social y medioambiental“.
La agricultura, sector con futuro
Ha afirmado que “la crisis de la covid-19 ha demostrado que, a pesar de los problemas logísticos y el pánico inicial de los consumidores, la cadena alimentaria no se ha roto, solo se ha tensado”, y que “la agricultura es un sector que promete y tiene futuro”, ahora con más demanda de alimentos saludables.
Sin embargo -ha añadido- “el modelo de crecimiento de la agricultura que se ha seguido hasta ahora está estancado” y, ahora, tras la buena respuesta del sector ante la pandemia, “hay que aprovechar para pasar de una vía de desarrollo cuantitativo a otro más cualitativo“.
García Azcárate ha considerado que el plan estratégico que España ultima de cara a la aplicación de la próxima política agrícola común (PAC) puede convertirse en “un instrumento poderoso para la sostenbilidad”.
Ha explicado que también es necesario avanzar en otras tareas aún pendientes para mejorar la vertebración el sector agrario y el funcionamiento de la ley de la cadena alimentaria, para recuperar las ventas directas de alimentos de cercanía o incrementar la responsabilidad en la gestión de residuos agrarios.
El secretario técnico del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Levante (Coial), José Carbonell, ha defendido “el empuje de la economía circular en la agricultura” y una mejora de la recogida selectiva y en la recuperación de residuos orgánicos para que “el aceite, por ejemplo, no termine en un fregadero”.
Ha reconocido que el medio ambiente forma parte de la legislación española desde los años 80, y que ahora toca que todas esas normativas que evalúan los impactos ambientales “estén más coordinadas para que sea un filtro traspasable” en un momento en el que “España necesita una reconstrucción rápida”.
A su juicio, el necesario desarrollo de una agricultura sostenible irá cada vez más de la mano de las nuevas tecnologías y de la inteligencia artificial.
Economía circular
La responsable del Área de Descontaminación de Suelos y Gestión de Residuos del instituto madrileño Imidra, Carmen Lobo, ha enunciado varias líneas de investigación en las que trabaja su departamento para aplicar residuos urbanos e industriales en los suelos agrícolas.
Para Lobo, Europa tiene como objetivo conseguir una “sociedad eficiente en el uso de recursos”, y “pasar de la economía lineal a la circular”.
Se ha felicitado de que, al igual de que hay una conciencia de la escasez de agua, la legislación europea hable ya de la importancia de recuperar suelos y que éstos se consideren por fin que son un sistema vivo del que depende la producción de alimentos en una planeta con población creciente.
El panel de expertos ha finalizado con la intervención de Antonio Conde, un agricultor graduado en Ingeniería Agroalimentaria e integrante de la Asociación Española de Agricultura de Conservación que ha apoyado que exista una mayor trazabilidad del producto, más impulso de los canales cortos de distribución y precios justos.
También ha apostado por la bioeconomía, “ya que en el futuro, producción y medio ambiente deben ir de la mano” y por la agricultura de precisión con la aplicación de nuevas tecnologías.