Claramente los productores necesitan que se cargue la totalidad de su fruta y que ésta llegue oportunamente a destino en buena condición. Este es el “desde” al que aspira un productor o exportador en cualquier parte del mundo. Pero la realidad dista bastante porque surgen variables muy complejas de manejar en ambos lados de la cadena, como el paro de camioneros recién pasado.

A manera de resumen, el presidente de la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (Asoex), Iván Marambio, sostiene que el principal problema de la pasada temporada exportadora fue la crisis logística. “El mundo no soportó los efectos de la pandemia, sumado a los de la guerra en Ucrania. Eso hizo que un país como Chile, que por su lejanía vive de la logística, colapsara”, aseguró.

Todo suma

A esto se agregó la lentitud en los terminales chilenos para embarcar, escasez de barcos, uvas de mesa atascadas en puertos de Estados Unidos, lentitud para que las cerezas pasaran de Hong Kong a China continental y los fletes navieros varias veces más caros.

Se cruzan dificultades para estimar volumen; problemas climáticos; falta de mano de obra; días lunes; jornada de trabajo limitada; falta de materiales; peak de cosecha; problemas de packing; dificultades con la capacidad de frío; rechazos e inspecciones, etc.

Por otro lado, los proveedores logísticos necesitan certidumbres que la mayoría de las veces no están garantizadas, como volumen; información de origen – destino; día – hora para cargar, etc. Por lo que viven una realidad también cruzada por problemas complejos, como los problemas climáticos; los cambios de itinerarios; cancelaciones de naves; falta de capacidad en puertos y frigoríficos; falta o falla de contenedores; problemas de operación en depósitos contenedores; falta de personal (turnos, choferes); huelgas, o incumplimiento del volumen, entre otros.

Superar obstáculos

En este escenario, la industria frutícola no se quedó de brazos cruzados y se ha preocupado de buscar soluciones. Algunas, como la gestión del Gobierno con la Cámara Marítima y Portuaria (Camport) para agilizar las obras en los terminales navieros. Otras más silenciosas, como la gestión de ProChile con las autoridades portuarias chinas en la perspectiva de facilitar el arribo de la fruta y descongestionar la llegada de las exportaciones frutícolas. Según el representante de Asoex, esta temporada va a aumentar de manera importante el volumen de fruta que ingresará directamente a los puertos de China, evitando pasar por Hong Kong.

En Chile se ha trabajado con el objetivo de aumentar el número de alternativas de puertos de salida, sumando el puerto de Ventanas, en la Región de Valparaíso, con el objetivo de privilegiar ese terminal para embarcar las primeras uvas de mesa de la temporada y permitir una carga más expedita para las cerezas al descongestionar el puerto de Valparaíso.

Blueberry Express

Por otro lado, gracias al nuevo proyecto Blueberry Express, se agregará el puerto de Coronel, en la Región del Biobío, por lo que a partir de la semana 49 conectará de manera directa a ese puerto con el puerto de Filadelfia, en Estados Unidos.

“Hay esfuerzos de todos los actores y una mirada común de país para mejorar la logística esta temporada”, dice Iván Marambio respecto del trabajo conjunto de los exportadores de fruta, la industria marítima y portuaria y las autoridades gubernamentales.

Finalmente, respecto a los desafíos que quedan por superar, Iván Marambio destaca tres principales. Por un lado, la necesidad de aumentar el número de choferes de camiones, por otro lado, aumentar el número de horas trabajadas por los funcionarios del Servicio Nacional de Aduanas y el Servicio Agrícola y Ganadero que participan en el proceso exportador, especialmente en el período de mayor movimiento de carga durante la temporada frutícola, y por último, mejorar los accesos a los puertos, finaliza.