Las tendencias que marcan la fruticultura mundial
El creciente rol de China como productor e importador, el auge de las frutas congeladas y el apetito por lo orgánico son algunos de los cambios más relevantes que detecta un informe internacional de Rabobank centrado en la última década, donde la producción mundial crece 25% y Chile se destaca como uno de los principales exportadores, con gran potencial en los superalimentos.
China impone su sello en el mercado mundial de las frutas
La mayor parte del aumento de las exportaciones de frutas -que han crecido a un ritmo de 7% anual durante la última década- ha sido absorbido por los principales mercados importadores: Estados Unidos, China y Alemania. Pero en términos relativos, mercados emergentes como China e India se están convirtiendo en los más relevantes para el mercado global de las frutas. China es el principal productor del mundo, pero al mismo tiempo ha expandido rápidamente sus importaciones y exportaciones de frutas frescas y procesadas.
Son diferentes factores los que están conduciendo el crecimiento del comercio internacional de frutas, tanto a nivel mundial como en China, en particular: mejoras en el acceso a los mercados, cambios en las preferencias de los consumidores, un ambiente de negocios más profesional en el retail, mayor poder de compra y, por último, pero no por eso menor importante, por una combinación de mejoras en la logística e instalaciones de almacenamiento y cadena de frío. Muchas frutas pueden soportar largos viajes marítimos. Para países latinoamericanos, como Chile, Perú, Ecuador y Brasil esto especialmente ha abierto un mundo de oportunidades.
Fruta fresca y congelada ganan terreno
Se estima que el 80% de todas las frutas que se producen en el mundo se venden frescas. El mercado de la fruta fresca sigue creciendo, principalmente fuera de Estados Unidos y la Unión Europea. En los mercados maduros, las preferencias de los consumidores parecen estar moviéndose hacia frutas que se producen de forma más natural y con una imagen fresca, incluyendo a la fruta congelada. Y eso es a expensas de productos de disponibilidad más estable, como los jugos y las frutas enlatadas. Durante la última década, la demanda mundial por fruta congelada se ha incrementado a tasas de 5% anual. La popularidad de los berries, una de las principales frutas congeladas, definitivamente es una de las razones que ha impulsado esta tendencia. Al mismo tiempo, la demanda por fruta procesada -en latas, bolsas y botellas- se ha mantenido estable a nivel global y ha decaído en torno a 1% al año en mercados como Europa, Australia y Estados Unidos.
Orgánicos son más que un producto de lujo
La fruta orgánica es otra de las categorías ganadoras con los cambios de preferencias de los consumidores. Los alimentos orgánicos están ganando participación de mercado en todo el mundo. Generalmente, la participación de mercado de la fruta orgánica es mayor en los países más ricos, en comparación con las economías en desarrollo. Sin embargo, los ingresos no son la única determinante para comprar productos orgánicos, ya que la proporción de compras de productos orgánicos dentro del total de las compras varía mucho en cada país, desde un 2% en Australia a un 5% en Holanda, hasta un 9% en Estados Unidos y un 15% en Suecia. Las razones detrás de estas variaciones tienen que ver con factores como las decisiones que toman los supermercados con esta categoría, los precios y la calidad de las frutas y verduras convencionales, como también con elementos culturales. De todas maneras, los productos orgánicos llenan un espacio concreto en el mercado de los consumidores que toman decisiones de compra de alimento conscientes, independiente de la evidencia.
Superalimentos impulsan el comercio internacional
Las redes sociales parecen tener un rol cada vez más importante en las tendencias de consumo de frutas. En particular, en el caso de los llamados «superalimentos», que son percibidos como alimentos extra sanos, están al alza. Para poder tener arándanos, paltas y otros tipos populares de frutas disponibles durante todo el año, la mayor parte de los países del mundo tienen que importarlos, al menos durante algunos meses del año. Como resultado, el comercio de estos productos ha aumentado continuamente.
Fuente: Revista del Campo
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