Perú es un indiscutible caso de éxito a nivel mundial, comenzó desde cero y en sólo 5 años logró convertirse en el indiscutible Rey en la producción de Blueberries, en el periodo 2020-2021 envió al extranjero un total de 162,459 toneladas por el monto de mil millones de dólares.

Actualmente, se estima que existen 60 variedades distintas cultivadas en el territorio nacional y con esto, se amplía la oferta de valor que tiene el Perú para ofrecer a los mercados en todo el mundo, de acuerdo con la Asociación de Productores y Exportadores de Arándanos del Perú (Proarándanos).

Pero esto no sólo representa más oportunidades, sino que además fuerza a los productores nacionales a adoptar las mejores tecnologías para producir más con menos de forma sustentable y ampliar su presencia en el competitivo mercado mundial de arándanos frescos.

Entonces, ¿cómo obtener el máximo potencial en las nuevas variedades de arándanos para cumplir con los estándares exigidos por los mercados internacionales? Para lograrlo, debemos contar con sistemas productivos estandarizados.

El paquete tecnológico de sustrato de fibra de coco y maceta ha probado ser el equivalente a una fábrica de arándanos, pues es el vehículo ideal de producción porque:

• Disminuye los riesgos que tiene la agricultura en suelo (patógenos, enfermedades).
• Logramos una producción mucho más estandarizada al tener un medio homogéneo para el desarrollo de plantas.
• Las plantas son más sanas y tienen mayor desarrollo radicular, es decir, más raíces. Lo que termina resultando en mayor producción.
• Reduce la mortandad.
• El fundo es más uniforme y limpio, evitando también, con el complemento del ground cover, hierba y maleza.

Limitante de agua

Ahora bien, no es un secreto que la escasez de agua se encuentra en niveles alarmantes a nivel mundial. ¿Qué pasa entonces en las zonas del Perú que tienen un buen clima, excelente tierra, pero no cuentan con suficiente agua? Para atender esta restricción, el paquete tecnológico de maceta y fibra de coco es una opción muy viable al propiciar una mayor retención de humedad.

Gracias a nuestra experiencia tanto con productores del sur y del norte del Perú con los que hemos trabajado, los casos exitosos nos comparten que tienen un ahorro entre 40%-50% de agua al sembrar en maceta y sustrato de fibra de coco, en comparación contra el suelo.

Esto es un punto importante por todas las zonas del Perú que tienen excelentes tierras, pero una gran limitante de agua, pues además la hidroponía aumenta su productividad. Por ejemplo, al migrar de suelo a maceta, en vez de sembrar 100 hectáreas en suelo, se pueden cultivar en maceta más de 150 hectáreas en macetas. 

Nuevas Variedades + Macetas + Fibra de Coco

El paquete de maceta y coco es el ideal para las nuevas variedades de arándano, pues normalmente las variedades que están sembradas en suelo son plantas que tienen cinco, seis, siete o hasta más años de vida, por lo tanto, son variedades menos productivas (menos kilos por planta). 

Así que no sólo se trata de desarrollar nuevas variedades que sean más productivas, con más calibre (tamaño) y que sean más “viajeras” (en 2021, por los problemas logísticos internacionales que se presentaron, los arándanos tardaron incluso hasta 60 días para poder ir de Perú a Asia), sino de acompañarlas con el vehículo ideal que nos permita tener más cantidad de plantas por hectárea y, además, hacerlo de forma sustentable al ser mucho más eficiente en la aplicación de los recursos hídricos.

Estamos llegando a un momento crucial en la industria del arándano. La única manera de protegerla y que continúe siendo un buen negocio para todos es la diferenciación como productores tenemos que invertir en calidad en variedades específicas y en el manejo postcosecha, así como en tecnología para continuar con fuerza en los mercados internacionales y que esto nos lleve a tener un mejor precio de venta y, de esta manera, que la industria del arándano pueda seguir siendo rentable no sólo ahora, sino en años venideros.

Por: Ing. Raúl Mercado.

Raúl es agricultor en hidroponía, ubicado en el norte de México. Le apasiona la tecnología y la investigación de sustratos y Agtech en sustentabilidad. Es cofundador y
CEO de DIDIHU Global. Es 100% foodie y ama descubrir sabores alrededor del mundo.

rm@wearedidihu.com