«Los productores de arándanos tuvieron mucha suerte dadas las dificultades que vimos en todo el país», añade Benchekroun. «La ola de calor de agosto y la tormenta que azotó la costa atlántica en octubre provocaron pérdidas importantes en muchos frutos rojos, pero afortunadamente los arándanos aún no estaban listos para la cosecha. Las bajas temperaturas provocaron la desecación del suelo, pero este problema finalmente se resolvió con riego adicional. Fue necesario un gran esfuerzo y operaciones agrícolas para adaptarse al clima impredecible, pero los rendimientos no se vieron afectados».

En cuanto a los precios, las cosas aún no están claras, afirma Benchekroun: «Todavía hay mucha incertidumbre y todavía es demasiado pronto para establecer un precio medio.

Sin embargo, los precios en finca nunca han caído por debajo de los de la temporada anterior. , a pesar de las fluctuaciones diarias.»

Marruecos se beneficia actualmente de un período de baja competencia en el mercado internacional, añade Benchekroun. «Los calendarios peruanos están terminando y España no entrará en el mercado hasta marzo. Esto abre una ventana de 1 a 2 meses de competencia tranquila y precios satisfactorios para los exportadores marroquíes».

En cuanto a la demanda, no se han producido cambios importantes, afirma Benchekroun. «La mayor parte de los volúmenes son absorbidos por los mercados internacionales de los Países Bajos, Francia y España, para su reexportación a toda Europa y Rusia».

Lo que destaca esta temporada, según el exportador, es que los métodos de pago se están volviendo más estrictos. «Con la inflación, ahora todo el mundo necesita liquidez y el efectivo en circulación ya no es suficiente. Todos, desde los proveedores de insumos agrícolas hasta los agricultores y exportadores, exigen el pago por adelantado».