Nuevas tecnologías de riego para arándanos permitieron significativo ahorro hídrico
Ximena Mella Urra
Fotos: Marco Lara
Cada año la disponibilidad de agua de riego es menor para el sector agrícola del país debido a la situación de sequía que nos afecta. Según expertos, siempre es factible poder ahorrar en estos procesos de producción como es el caso del riego tecnificado, siempre y cuando su aplicación sea de la forma correcta. Y de eso dependen por ejemplo la vida de los arándanos cuya producción va casi en un 100% a exportación.
Es por eso que la Universidad de Chile comenzó hace tres años un arduo trabajo en la Región de O’Higgins con el proyecto financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad(FIC) del Gobierno Regional de O´Higgins y su Consejo Regional, llamado “Transferencia innovación y optimización del riego en arándanos’’. Hace algunos días se realizó la actividad de cierre de este programa que buscaba incrementar la eficiencia en el uso del recurso hídrico y energético en la producción de estos berries a nivel local.
“Esta iniciativa para el Gobierno Regional es muy importante, ya que, contribuye a aumentar la competitividad de productores de arándanos, en especial, en mercados internacionales y entregarles conocimientos y tecnologías para que sean más eficientes en la utilización del recurso hídrico. Este tipo de proyectos son los que el Intendente y el Core han estado priorizando, ya que, son un aporte real y concreto al desarrollo económico regional”. Ignacio Tello, Jefe de la División de Fomento e Industria.
Por su parte, José Ignacio Covarrubias, ingeniero agrónomo de la Universidad de Chile y director del proyecto, señaló que había que resolver dos problemas, “el primero era encontrar herramientas para incrementar la eficiencia en el uso del agua de riego y la fertilización, y segundo, atraer estrategias de manejo, resolver y mejorar problemas de compactación de suelo en el arándano. Por lo tanto el corazón del proyecto fue focalizado en mitigar los efectos de la sequía, mediante asesoría y transferencia tecnológica en capacitaciones.
Añadió que a través de las tecnologías probadas en este proyecto, lograron reducciones superiores al 30% en la aplicación de agua de riego asociado a los costos de energía, incrementando a su vez la productividad de las plantas. “Así se cumplieron las metas superando lo esperado. En algunos campos se logró una reducción de uso hídrico, mientras que en otros se incrementó debido a que los productores estaban regando menos de lo que la planta necesitaba. Asimismo, lograron reducciones en los programas de fertilización superiores a la mitad, alcanzando resultados superiores”, explicó.
Rodrigo Osorio, también ingeniero agrónomo de esta casa de estudios superiores y encargado de la ejecución en terreno del proyecto, destacó lo contentos que se mostraron los productores favorecidos con el apoyo de diversas instituciones de prestigio mediante acompañamiento técnico. “Ellos apuestan por exportar su producto ya que alcanzan mejores precios y el volumen de ventas es mucho mayor que el mercado nacional. En estas tres temporadas de análisis tuvimos casos muy exitosos con la incorporación de sondas las cuales con telemetría apuntan a mejorar la gestión del riego especificando el tiempo de riego y su frecuencia. Esto trajo una reducción de los costos, el crecimiento de la planta y mejor rendimiento. Por lo tanto, esta tecnología ayuda a tomar decisiones más informadas”.
Beneficiarios
Esta estrategia de innovación se ejecutó en las provincias de Colchagua y Cardenal Caro beneficiando directamente a unos 40 pequeños agricultores de este fruto. Felipe Morales de San Fernando y administrador de un huerto de 1,7 hectáreas, indicó que este programa los ha beneficiado y les ha entregado mucho. “Logramos una transición del riego que antes lo hacíamos al ojo, ahora le damos un uso a la tecnología que nos permite ahorrar, darle al cultivo lo que realmente necesita y producir de manera más sustentable. Esto porque los profesionales fueron muy técnicos en explicar dónde y en qué debíamos mejorar. Con el uso de la telemetría pudimos identificar con el celular, si nos está faltando o sobrando riego. Podemos tener un ahorro importante en fertilizantes ya que al regar mucho el fertilizante se pierde”.
Por su parte, Juan Lizana de la comuna de Marchigue, posee junto a un socio un total de tres hectáreas. “Ha sido una experiencia muy enriquecedora porque han sido cosas nuevas que hemos aprendido, que muchas veces uno ignora, porque estamos atrasados en la tecnología o por falta de tiempo”. Y agregó que la sequía ha sido muy complicado para ellos. “Esto nos ha servido para regar con el agua que realmente necesita la planta, por lo tanto estas reaccionan de mejor forma mejorando la calidad de ellas”.
Además de capacitar a los productores, este proyecto FIC hizo lo mismo con alumnos de las escuelas agrícolas y asesores INDAP, en charlas y días de campo mostrando tecnologías que permitan optimizar el manejo del riego, su relación con el suelo y un eficaz empleo de fertilizantes para estos berries.
Heladas en arándanos
El manejo del agua y desarrollo del suelo para los arándanos fue el desarrollo central de este proyecto.
En 2019 estos agricultores sufrieron daños por episodios de heladas en la temporada. Es por ello que se quiso integrar este tema al seminario de cierre. Muchos de ellos tuvieron pérdida de producción importante dañando el cultivo y la planta.
Es por eso que Gabino Reginato, ingeniero agrónomo de la Universidad de Chile, habló sobre las condiciones en que se presentan estas bajas temperaturas, cómo afectan a sus cultivos y cómo se pueden prevenir. “Dependiendo del grado de este evento climático, se pueden tomar acciones pasivas o más activas. Los expertos dicen que estas condiciones se volverán cada vez más agudas”, explicó.