El cultivo de arándanos comenzó en Brasil en la década de 1980, principalmente en la región sur del país. A pesar de ser una planta originaria de lugares de clima frío, el cultivo del arándano fue posible en Brasil, gracias a una variedad resistente al calor desarrollada por la Universidad de Florida, llamada “biloxy”.

Se observan buenos resultados en las regiones de Piracicaba (SP), en el Valle de São Francisco, en Petrolina (PE), en Senador Amaral (MG), en Chapada Diamantina, en Nova Soure (BA) y también en Ceará. A pesar del creciente interés por la cultura, se estima que Brasil todavía importa alrededor del 80% de lo que se consume en el país, especialmente de Estados Unidos, Canadá y Perú, informa abrafrutas.org

En Goiás, el agrónomo Fritz Mohn Penteado comenzó a estudiar la fruta e invirtió en este mercado, en la propiedad familiar en el municipio de Cristalina, a 280 kilómetros de Goiânia. “Quería producir algo diferente, con valor agregado debido a que no tenemos una gran área disponible para sembrar. Fui a Brasilia a ver su huerta en la UnB [Universidad de Brasilia] y también en São Paulo. Después supe que había un incentivo para la producción de frutas en Goiás, a través del proyecto Rota da Fruticultura. En la primera conferencia a la que asistí, estaba muy emocionado y comprendí que estaba en el camino correcto”, recuerda Fritz.

La Rota da Fruticulture tiene como objetivo transformar el Cerrado en el centro frutícola más nuevo de Brasil. La iniciativa es coordinada por la Compañía de Desarrollo de los Valles de São Francisco y Parnaíba (Codevasf) y desarrollada en conjunto con la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) y la Empresa Nacional de Abastecimiento (Conab), y socios, como el Servicio Nacional de Aprendizaje Rural ( Senar GO y DF), Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (Mapa), Empresa de Asistencia Técnica y Extensión Rural (Emater), entre otros.

Para el productor, la salida es la llegada de incentivos para que la producción en Brasil despegue y llegue a otros mercados. “Podemos ver cuán grande es la demanda de arándanos en países productores como Estados Unidos. Perú, cercano a nosotros, por ejemplo, tiene toda su producción para el mercado externo. Fomentar la producción es la forma de vender más fácilmente. El potencial del Estado es que seamos grandes productores, pero es fundamental tener cada vez más incentivos para que podamos exportar principalmente, concluye Fritz.