Septiembre llegó con intensas heladas…
Es variable la proyección de impacto en la producción final de arándanos ya que los plantíos observan distintos grados de estado fenológico, desde floración, o fin de floración, hasta frutos cuajados, o en vías de maduración, en el caso de la fruta temprana de las regiones del norte chileno.
Intensas heladas azotaron los cultivos de varias regiones de Chile en estos primeros días de septiembre, principalmente en la zona central. Los daños son aún incalculables, aunque en una primera impresión basada en datos mínimos, pero de primera fuente, se puede concluir inicialmente que para algunos productores las pérdidas son muy importantes, pudiendo alterar incluso los programas acordados de entregas y exportaciones de arándanos de algunas regiones, aunque la información oficial del Comité de arándanos, en el Informe de Heladas del 6 de septiembre, concluye que esto sólo afectará al 4% de la producción nacional.
Las heladas se extendieron desde la IV región, abarcando la V (-1,8 C el 3/9); región Metropolitana (-1,1 C el 2/9), VI (-1,6 C el 2/9), VII (-4,2 C el 2/9), y VIII (2,8 C el 5/9). Según el Informe del Comité, las temperaturas más bajas se registraron en la comuna de Longaví, VII región, donde las mínimas bordearon los -4,2 º C el viernes 2 de septiembre.
Impacto en medición
El impacto de estas heladas, tanto por los índices de las temperaturas alcanzadas, como por el tiempo en que se prolongaron en cada región geográfica es muy desigual. Asimismo, también es variable la proyección de impacto en la producción final de arándanos ya que los plantíos observan distintos grados de estado fenológico, desde floración, o fin de floración, hasta frutos cuajados, o en vías de maduración, en el caso de la fruta temprana de las regiones del norte chileno.
En el caso de las regiones que se encuentran al sur de la VIII región de Chile el impacto no tendría la misma importancia o efecto, debido a que las variedades más tempranas se encuentran en flor.
Según el Informe del Comité de arándanos, haciendo un recuento de los avances de los estados fenológicos a nivel país, las variedades tempranas que están en cuaja y que, por ende, son más vulnerables a este tipo de eventos, son principalmente Jewel, Star y O’Neal, cuyo avance difiere según la zona de producción. Según nuestras fuentes, en la VII región también han sido afectadas las variedades Brigthwell, Legacy y Oclokonee.
El Informe concluye que considerando que solo algunos sectores fueron afectados por las bajas temperaturas, sumado a aquellos huertos que cuentan con protección de túneles y control antiheladas que merman el daño, se prevé que el efecto en las variedades tempranas será bajo a nivel país, no superando el 4% de la superficie total.
El daño por heladas
Según un estudio de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, los daños por bajas temperaturas pueden producirse en todas las plantas, pero los mecanismos y la tipología del daño varían considerablemente. Las especies o las variedades de cultivos exhiben distintos daños por heladas a la misma temperatura y en el mismo estado fenológico, dependiendo de las condiciones meteorológicas previas. El daño directo por helada ocurre cuando se forman cristales de hielo dentro del protoplasma de las células (congelación o helada intracelular), mientras que el daño indirecto puede ocurrir cuando se forma hielo dentro de las plantas, pero fuera de las células.
Endurecimiento
Su adaptación a las temperaturas frías antes de una helada nocturna se denomina “endurecimiento”.
Durante los períodos fríos, las plantas tienden a endurecerse contra el daño por congelación, y pierden el endurecimiento después de un período de calentamiento. El endurecimiento está relacionado, probablemente, con el aumento del contenido de solutos en el tejido de las plantas, o con la disminución de la concentración de bacterias activas en la nucleación de hielo (INA en inglés) durante los períodos fríos, o una combinación de ambos. Durante los períodos cálidos, las plantas exhiben crecimiento, el cual reduce la concentración de solutos, y aumenta la concentración de bacterias INA, haciendo las plantas menos resistentes.
Aunque las temperaturas frías provocan que los frutos de las plantas se endurezcan contra los daños por helada, el endurecimiento se pierde rápidamente tras unos pocos días cálidos. Las yemas de los frutos se volverán a endurecer, pero a un ritmo mucho más lento que al que lo han perdido. Ésta es la base de la práctica de enfriar los cultivos con aspersores durante los períodos más cálidos del día para reducir la temperatura y evitar la pérdida de endurecimiento.
Rapidez e intensidad
La extensión del daño debido a la congelación intracelular depende principalmente de la rapidez del enfriamiento y la intensidad del enfriamiento antes de congelarse. Hay poca o ninguna evidencia de que la duración de la congelación afecte al daño. De hecho, se establece que el daño por congelación parece ser independiente del tiempo para períodos cortos. El daño directo por congelación intracelular se asocia con un enfriamiento rápido.
Deshielo lento
Aunque la evidencia no es muy grande, según el estudio, parece que el ritmo de deshielo después de una congelación está parcialmente relacionado con la intensidad del daño. El estudio comenta que los productores del sur de California normalmente creen que haciendo más lento el proceso de calentamiento después de una noche de congelación se puede reducir el daño por helada. De hecho, los fruticultores justifican la puesta en marcha de ventiladores durante más tiempo por la mañana después de una noche de congelación para hacer más lento el proceso.
Fuente: Comité de arándanos, FAO, Blueberries Consulting
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