En México crecen los cultivos protegidos
Año 2000 = 700 ha / año 2016 = 50.000 ha
En un panorama de crecimiento sostenido de la población mundial, que demanda producir una mayor cantidad de alimentos, y los efectos del cambio climático sobre los cultivos agrícolas, la modalidad de agricultura protegida toma relevancia como la mejor alternativa para controlar los factores externos, aumentar el rendimiento y mejorar el aprovechamiento de los insumos. Por otro lado se incrementa la oferta y disponibilidad de productos sin presionar adicionalmente el territorio destinado a labores agropecuarias.
Aunque existen diferentes estructuras para realizar la agricultura protegida, por lo general tiene su base en una cubierta con material translúcido o transparente, de dimensiones y formas variadas, las cuales tienen por objetivo reproducir o simular las condiciones climáticas en un microclima óptimo para el desarrollo de las plantas, protegiéndolas de las condiciones ambientales que pudieran perjudicarlas.
De acuerdo con el Atlas Agroalimentario, editado por el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), dependiente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), del Gobierno de México, en la actualidad ese país cuenta con 50 mil hectáreas de agricultura protegida, que incluye invernaderos, casas sombra, macro y micro túneles, demostrando un crecimiento de manera exponencial en los últimos 25 años.
En 1990 había sólo 600 hectáreas bajo esta modalidad, principalmente de cultivos de flores, lo que se mantuvo con muy poca variación hasta el año 2000, en donde el desarrollo de la tecnología provocó un impulso extraordinario a la agricultura protegida alcanzando las 23.000 hectáreas en 2015 y llegando a las 50.000 hectáreas de invernaderos en 2016, de las cuales 20 mil son de alta tecnología, señala el director comercial de Asesores en Construcción y Extensión Agrícola (ACEA), Alex Pacheco Abraham.
El ejecutivo comenta que durante todos estos años se han construido invernaderos para todos los climas de México, “hemos adaptado y adoptado la tecnología a México y ahora existe el invernadero mexicanizado”, subraya, porque el país pasó de importar esta tecnología a exportarla, porque hay empresas que están vendiendo a países de Centroamérica y Sudamérica. Es el caso de Invertuneles, una empresa con más de 10 años de experiencia, que se dedica al diseño, fabricación y comercialización de soluciones para la agricultura protegida.
Víctor Rangel, Lic. Administración de empresas y Chief Executive Officer, CEO, de Invertuneles, será uno de los relatores en el 6° Seminario Internacional, “Industria del arándano en México: nuevos desafíos, nuevas oportunidades”, que se desarrollará el 8 de junio en el Hotel Hyatt de Guadalajara. En la oportunidad, Víctor Rangel expondrá sobre el tema “Uso de la tecnología para controlar el proceso productivo en cultivos protegidos”.
Las zonas en donde se ha expandido la agricultura protegida principalmente son Sinaloa, Baja California, Jalisco, que está creciendo mucho, al igual que Sonora o Michoacán. Pero en todo el país hay producción, en Puebla, Oaxaca, Querétaro, Guanajuato, Zacatecas o Aguascalientes.
Los costos del uso de esta tecnología están sujetos a una gran diversidad de opciones, desde microtúneles, con un valor de 50 pesos por metro cuadrado, a invernaderos de hasta 3 a 4 mil pesos por metro cuadrado. Lo que está claro es que la modalidad es rentable, porque en 2015 la exportación de productos agrícolas mexicanos alcanzó los USD25 mil millones y la mayor parte fueron productos que se cultivaron en invernadero. En México, el uso de esta tecnología ha crecido y la tendencia va en aumento, porque además es una solución para la inocuidad alimentaria, evitando el uso exagerado de pesticidas y herbicidas.
Fuente: Martín Carrillo O. – Blueberries Consulting