Arándanos, de Cantabria al mundo
El tiempo pasa rápido y Campoberry, una empresa agroalimentaria con sede en la localidad de Güemes (Bareyo) ha pasado en apenas seis años de plantar sus primeros arbustos de arándano a tener previsto producir este año más de cien mil kilos de este fino y exquisito fruto del bosque que tiene unas propiedades nutricionales y saludables como pocos alimentos conocidos.
La aventura empresarial de Eduardo López, Juan Rueda, Pedro Ortiz y Montse Herrero nació vinculada al importante peso que tienen los arándanos en la dieta de los habitantes de los países anglosajones y a las grandes posibilidades de la franja costera Cantábrica -por suelos y clima- de producir un arándano de sobresaliente calidad.
Empezaron con unas pocas hectáreas en Güemes, pero en la actualidad ya tienen más de 80 plantadas y diversos proyectos en otras zonas de la región y comunidades limítrofes para cerrar un grupo de productores con un centenar de hectáreas, y completar el círculo de la rentabilidad gracias a que son capaces de asumir todo el proceso, desde dar el visto bueno a la idoneidad de una finca para plantar arándanos hasta su comercialización y exportación.
Eduardo y Juan están al frente de toda la organización, que en estas fechas mueve casi a un centenar de personas en las duras y delicadas tareas de recolección del arándano uno a uno en diferentes fincas. Con la maduración del fruto el trabajo en Güemes es frenético. Una nueva máquina envasadora facilita el proceso antes de completar los palets que luego salen hacia los lugares más dispares del planeta. Un camión frigorífico carga a media tarde cinco palets para Holanda; antes han salido otros pedidos a Barcelona, Dubai, Singapur, Hong Kong, Suiza, Dinamarca, Alemania y Oriente Medio. El teléfono no deja de sonar y los responsables de Campoberry confiesan con la satisfacción del trabajo bien hecho que tienen toda la producción vendida.
El momento es clave, ya que los arándanos de Cantabria apenas tienen ahora rival en España porque las grandes producciones de la zona sur de España abastecen el mercado fundamentalmente de enero a mayo. Y en calidad, en esta ocasión el norte gana al sur, como señala Eduardo: «Nuestros arándanos son de una calidad contrastada, mucho más sabrosos, más naturales, aquí tenemos la humedad, la temperatura y el clima en general que necesita este arbusto. Una degustación in situ del fruto no deja lugar a dudas. Magnífico».
El arándano, conservado en frío, tiene una franja de consumo que alcanza fácilmente los veinte días. En crudo es delicioso, pero también tiene muchas aplicaciones gastronómicas, en mermeladas y como guarnición para algunas carnes o pescados. En zumo, batidos o licores, también tiene mucha aceptación.
Retos
Empresarialmente, uno de los retos de Campoberry es introducirse en el mercado británico, algo así como la meca del consumo del arándano. Otro objetivo es tener producto durante la mayor parte del año, con un precio estable y una calidad muy alta. Y, en tercer lugar, los responsables de esta firma cántabra aspiran a que el arándano sea más y mejor conocido en la propia región.
El consumo en España es muy limitado aún y en Cantabria la firma Campoberry tiene sus tarrinas de 125 gramos en supermercados de Lupa y BM, en frutas Txiki y tambien trabajan con los restaurantes del Grupo Deluz.
Fuente: Eldiariomontanes.es
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