Sebastián Sepúlveda, de Alfaberries: “Por la Lobesia, este año y el otro tendremos una temporada de volúmenes un poco extraños en congelados”
Sebastián Sepúlveda es un productor y exportador de Chillán y su empresa Alfaberries tiene huertos en casi toda la Octava Región. Sus cultivos de arándanos, si bien ocupan una decena de variedades, principalmente O´Neal, Star, Duke, Legacy y Brigitta, tienen un comportamiento similar en toda la región, desde el norte hasta el sur, no así de cordillera a mar, en donde los fríos y hielos cordilleranos, y la ausencia de agua en los sectores costeros, son el principal problema a solucionar. “Tenemos problemas con el agua” nos dice, y asegura que ya los pozos en profundidad no garantizan tener agua para los cultivos. Califica la situación como preocupante y difícil de remediar en el corto o mediano plazo.
Blueberrieschile.cl conversó con el productor y exportador en el marco del “Primer Seminario Internacional de Blueberries: Nuevas tendencias técnicas y de comercialización de la industria” realizado el pasado 28 de agosto en el Centro de Conferencias Monticello, que organizó Blueberrieschile.cl, conjuntamente con AGQ.
En la ocasión, Sebastián Sepúlveda se refirió a distintos aspectos de la industria del arándano en su región desde la mirada del productor.
Rentabilidad
Explicó que la mayoría de los productores de su región se dedican al cultivo de arándanos orgánicos porque son más rentables, tienen mejor precio en el mercado internacional y los pagan mucho más rápido, entre quince y treinta días, aseguró.
Comenta que si bien algunos productores de la región producen fruta fresca, con la plaga Lobesia botrana, la gran mayoría de los productores derivarán su producción a congelados, por lo que asegura que los volúmenes este año y el siguiente serán un poco extraños.
Falta de capacitación
Sepúlveda opina que el productor está un poco desamparado en las regiones, que no tiene mayor asesoramiento respecto a los nuevos modos de gestionar su producción. Nadie lo aconseja sobre el tipo de variedad que mejor se acomoda a sus condiciones de suelo o de clima, relata. Asegura que desde Talca hacia el sur, los puntos débiles están en la realidad de ser “productores huasos”, debido a que producen a la usanza antigua, porque son productores que vienen de familias dedicadas a la agricultura y se heredan las formas de producir de generación en generación. Por otro lado, la zona es de cultivos tradicionales, entonces si se tiene mil hectáreas de trigo, con la inversión que ello conlleva, su preocupación está centrada en ese cultivo y no en las diez o veinte hectáreas de arándanos.
Nos comenta que “falta profesionalización en los productores, entonces todo el tema de control de Botritys y de plagas cuarentenarias es deficiente, y a esto le sumamos que los agrónomos y las exportadoras se preocupan de la captación de la fruta, pero no hay un seguimiento en la poda; no hay una asesoría técnica integral; no hay un seguimiento si los productores hicieron las aplicaciones correspondientes; no hay un seguimiento en la cosecha; nadie capacita a los encargados de huerto ni a los supervisores”.
Y finaliza a modo de conclusión: “Entonces estas instancias, como este Seminario de Blueberries, ayudan al productor para que vea que hay trabajos profesionales, que hay mejores resultados haciendo las cosas de otra forma, que hay expertos que pueden ayudar, que hay investigación sobre lo que estamos produciendo. Así estamos más unidos, así no estamos tan solos”.