La industria mexicana en una baja aparente…
A pesar de las condiciones de sequía prevalecientes en todo México, los productores locales afirman que el sector de las berries está preparado para evadir los efectos de la escasez de agua en un período de 3 años. El sector está fortalecido con sistemas de riego altamente eficientes, incluidos embalses privados y fondos operativos sustanciales. Además de estas ventajas, los productores se han adelantado en implementar un recambio varietal que no solo contemple una genética más preparada para la escasez hídrica, sino que también es más productiva en rendimiento y calidad de fruta.
Proyecciones previas
De acuerdo con el pasado informe anual voluntario de arándanos publicado por el USDA, la producción de arándanos de México en 2024 se pronosticaba en 81.000 toneladas, significando un aumento de 8% respecto a 2023, principalmente debido al acceso suficiente al agua y la creciente demanda de exportación. Igualmente, se proyectaba que la tasa de crecimiento de la producción sería más lenta en 2024 en comparación con 2023, debido a la competencia de Perú.
Recordemos que la producción en 2023 alcanzó un estimado de 80.181 toneladas, significando un aumento respecto al año anterior debido a las innovaciones en la producción, nueva genética y una fuerte demanda de exportación.
Sin embargo, la temporada 2023 / 2024 se exportaron solo 67,474 toneladas de arándanos. El punto más alto de las exportaciones de berries fue en abril, con 17.406 toneladas.
Históricamente, la cosecha de México comenzaba a principios de octubre, alcanzando su punto máximo entre finales de abril y principios de mayo, sin embargo, fuentes de la industria informan que para la campaña 2024 los productores tomaron medidas para retrasar el inicio de la cosecha hasta principios de febrero, en respuesta a la competencia de Perú que ofrece un producto similar a precios más bajos durante el período octubre-enero. Es probable que este reajuste estratégico haya ejercido un efecto amortiguador en la producción, teniendo en cuenta también la contribución relativamente sustancial de las plantaciones con nuevas variedades.
México comenzaba a principios de octubre, alcanzando su punto máximo entre finales de abril y principios de mayo, sin embargo, fuentes de la industria informan que para la campaña 2024 los productores tomaron medidas para retrasar el inicio de la cosecha hasta principios de febrero, en respuesta a la competencia de Perú que ofrece un producto similar a precios más bajos durante el período octubre-enero. Es probable que este reajuste estratégico haya ejercido un efecto amortiguador en la producción, teniendo en cuenta también la contribución relativamente sustancial de las plantaciones con nuevas variedades.
A la baja
En este contexto, la tendencia indica que la siguiente temporada, correspondiente a 2024 / 2025 disminuirían en un 10% los volúmenes con respecto a los resultados de la actual campaña.
En un contexto agrícola más amplio, las berries, que comprenden arándanos, fresas, moras y frambuesas, han ocupado sistemáticamente los primeros lugares entre las exportaciones agrícolas de México en los últimos tres años.
Datos estadísticos de la Secretaría de Economía revelan que las berries ocupan el segundo lugar entre las exportaciones de alimentos de México, con una valoración superior a los USD 5.0 mil millones, al beneficiarse de las disposiciones del acuerdo comercial T-MEC, México goza de acceso libre de aranceles para sus exportaciones de arándanos a Estados Unidos y Canadá, destacando que Estados Unidos es el principal mercado de exportación de arándanos para México, con una impresionante participación de casi el 97 %.
La principal berry que se exportó fue la fresa fresca y congelada, con un 54.5% de la exportación nacional (346,253 toneladas), luego la frambuesa, con un 19.7% (125,050 ton), la zarzamora, con 14.9% (94,210 ton), el arándano, un 10.6% (67,474 ton) y el berry mix, con un 0.2% (1,459 ton).
De acuerdo a estos datos la industria mexicana del arándano está enfrentando una tendencia a la baja, pero eso puede ser solo aparente, ya que, si bien sus volúmenes de exportación han disminuido, hay que investigar los flujos de producción destinados al mercado local, el que ha sido un objetivo estratégico de la industria mexicana en los últimos años.
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