El equipo de EastFruit continúa su análisis de los mercados globales de arándanos, con especial atención a Chile, el primer país en consolidarse como líder mundial en la exportación de arándanos frescos. Chile ocupó el primer puesto en la exportación de arándanos durante décadas antes del surgimiento de Perú, manteniendo una sólida presencia en la industria. Tras años de estancamiento o disminución de las exportaciones, el sector chileno de arándanos se está estabilizando. En la temporada 2023/24, las exportaciones superaron las 86.000 toneladas, superando las estimaciones iniciales y revirtiendo las tendencias a la baja previas. Esto representa un aumento del 7% con respecto a la temporada anterior, aunque aún se encuentra un 18% por debajo del pico de exportación.

Las condiciones de inicio de temporada en Chile fueron favorables, ya que el clima más frío retrasó la maduración, lo que resultó en una cosecha estable y fruta de calidad. Sin embargo, la mayor coincidencia de finales de temporada en Perú provocó una afluencia de mercado que impactó los precios. Los productores chilenos ahora enfrentan una mayor competencia de Perú, México y Marruecos durante su tradicional periodo de exportación.

Chile se encuentra en proceso de reestructuración y reposicionamiento, con énfasis en la transición a nuevos cultivares y la mejora del manejo de los huertos para optimizar la firmeza, el tamaño y la vida poscosecha de la fruta. Se están reemplazando las variedades más antiguas, que presentaban problemas de calidad durante largos transportes marítimos. «Chile cuenta con años de experiencia y datos para tomar las mejores decisiones en cuanto a tecnologías y variedades, y el reemplazo de variedades ya está mostrando una oferta renovada». Muchos huertos menos competitivos están migrando a la producción de berries congeladas.

La superficie neta plantada para la exportación de fruta fresca ha disminuido debido al descarte, pero las nuevas plantaciones ofrecen mayor rendimiento y cumplen con los estándares del mercado de fruta fresca. La industria invierte en mejoras logísticas y nuevas tecnologías, como la gestión de la cadena de frío y el transporte en atmósfera controlada, para garantizar la calidad de la fruta durante el transporte.

Los exportadores chilenos mantienen una sólida presencia en diversos mercados, con Europa continental como principal destino (41% de las exportaciones a principios de 2025), seguida de Estados Unidos (35%), y una participación menor en Asia y el Reino Unido. Esta diversificación de mercados ayuda a Chile a gestionar las fluctuaciones de la demanda. Chile sigue siendo un proveedor importante para Europa durante los meses de invierno, y los compradores europeos dependen de Chile, junto con Marruecos y España, para la fruta fuera de temporada.

La ventaja de Chile sobre Perú reside en la diversificación de sus mercados de exportación, respaldada por la coordinación de la industria y la promoción de la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (ASOEX). Esta asociación promueve los arándanos chilenos a nivel mundial, incluyendo estrategias para ingresar a los mercados del Sudeste Asiático.

Los arándanos orgánicos son una tendencia en crecimiento en Chile, representando alrededor del 12% de las exportaciones y apuntando a segmentos de mercado premium.

En el ámbito económico, Chile enfrenta presiones sobre los márgenes debido al aumento de los costos de mano de obra e insumos, así como a la baja de los precios del mercado, lo que afecta las ganancias. La escasez de mano de obra y el aumento salarial complican las cosechas y elevan los costos. Las altas tasas de interés dificultan la financiación de nuevos huertos o la replantación, lo que ralentiza la mejora de los cultivares. Estos factores contribuyen a una mentalidad cautelosa en la industria y a respuestas tardías. Sin embargo, se está produciendo una consolidación, con una reducción del número de empresas exportadoras de 190 a 110 en cinco años, lo que indica mejoras en la eficiencia.

Para 2025-2030, se prevé que Chile se mantenga como el segundo mayor exportador mundial, con envíos anuales de entre 80.000 y 100.000 toneladas, siempre que las condiciones sean favorables. El crecimiento será gradual, gracias a la ventaja estratégica de Chile en su experiencia y relaciones con los clientes.