El factor electoral en la importación de arándanos latinoamericanos a EEUU

El presidente tendría la autoridad para proclamar una imposición de cualquier derecho sobre el artículo importado, o un contingente arancelario sobre el arándano, o la imposición de cualquier restricción cuantitativa a la importación del producto a los Estados Unidos

La administración Trump ha solicitado a la Comisión de Comercio Internacional que abra una investigación de la Sección 201 de la Ley de Comercio de 1974, para aclarar si el aumento de las importaciones de arándanos en los últimos años ha perjudicado a los productores estadounidenses.

Este instrumento otorga al presidente de Estados Unidades una amplia autoridad para imponer aranceles en la perspectiva de proteger la industria nacional, por lo que su administración ha recurrido a él con el objetivo de lograr una “salvaguardia global”.

Donald Trump ha manifestado que la acción de la Sección 201 es mucho más eficaz, porque este instrumento se hace cargo de investigar las importaciones de todos los países y no es una investigación específica para un país determinado.

Trasfondo electoral

La medida está siendo impulsada por la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos, a expresa petición de Donald Trump, y se suma a otra solicitud reciente de investigación para los envíos de arándanos mexicanos.

Claramente, esta gestión del presidente de Estados Unidos se enmarca en la campaña electoral de cara a la elección presidencial de noviembre próximo, y la maniobra está dirigida a ganarse a los productores de Georgia, Michigan y Florida, todos los estados en los que Trump enfrenta una fuerte competencia en su intento de reelección.

Las cifras del aumento

En todo caso, cualquier medida, resolución o restricción comercial al ingreso de arándanos latinoamericanos al mercado de EEUU como resultado de la investigación, se produciría después de las elecciones de noviembre.

Según los informes, las importaciones estadounidenses de arándanos desde 2005 han aumentado aproximadamente desde 50 millones de libras a casi 400 millones de libras en 2018, lo que significa un aumento de alrededor de un 700%.

Respecto a los valores de importación de la fruta, éste se ha disparado en los últimos cinco años, creciendo desde los USD 530. 272. 057, correspondiente al total de las importaciones de arándanos en 2014, a una cifra muy superior en las importaciones de 2019, por un total de USD 1.242.103.043.

Según la Oficina del Censo de los Estados Unidos, este crecimiento del valor de las importaciones de arándanos al mercado estadounidense se más que duplicó, con los envíos de cinco países, que representan más de 98% del total de las importaciones:

  • Perú, de US$12.613.651 (2014) a US$485.261.673 (2019)
  • Chile, de US$260.465.178 (2014) a US$313.017.358 (2019)
  • México, de US$76.158.740 (2014) a US$291.060.437 (2019)
  • Canadá, de US$101.928.691 (2014) a US$115.988.405 (2019)
  • Argentina, de US$69.041.154 (2014) a US$33.257.806 (2019)
  • Otros, de US$10.064.643 (2014) a US$3.517.364 (2019)

De comprobarse el supuesto perjuicio a los productores estadounidenses, el presidente Donald Trump “está autorizado a tomar todas las medidas que estén a su alcance para facilitar los esfuerzos de la industria nacional para hacer un ajuste positivo a la competencia de las importaciones, incluido el aumento de los aranceles y las limitaciones”. 

A modo de ejemplo, si la investigación llega a conclusiones que ratifican la denuncia de perjuicio a la industria loca, Donald Trump tendría la autoridad para proclamar una imposición de cualquier derecho sobre el artículo importado, o un contingente arancelario sobre el arándano, o la imposición de cualquier restricción cuantitativa a la importación del producto a los Estados Unidos. También puede aplicar medidas de ajuste, o negociar con los países para limitar la exportación de la fruta o la importación a los Estados Unidos de dicho producto, entre otras varias atribuciones con que cuenta el presidente para proteger a los productores locales en el mercado de Estados Unidos, recurriendo al Congreso si lo estimase necesario.

Fuente
Martín Carrillo O. – Blueberries Consulting

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