Injerto o replante, un problema de tiempo…

El recambio varietal se ha convertido en necesidad urgente para obtener competitividad en los mercados más importantes, es por lo que se exploran técnicas alternativas que agilicen este proceso.

Sabor, calibre, turgencia, brix y bloom son algunas de las cualidades que se exigen al arándano en los mercados del mundo, por lo que renovar las variedades de los cultivos obsolescentes es una tarea que se hace urgente y en adelante puede convertirse en una acción permanente, con ciclos cada vez más cortos. Incluso los huertos relativamente jóvenes se verán obligados a implementar recambios para responder a estos estándares cada vez más exigentes.

En esta tarea, con el fin de evitar las consecuencias asociadas al replante del cultivo en la tarea de recambio varietal, se está usando la técnica del injerto. De esta forma se aprovecha la estructura y cualidades de la planta original, y con ello se logra un mejor y más rápido resultado.

Replante o injerto

Los detractores a la implementación de la técnica del injerto sostienen que el proceso es lento, porque injertar una planta lleva su tiempo y no la consideran muy viable en plantaciones o huertos modernos de gran tamaño, con densidades de más 3000 plantas por hectárea. Otro de los problemas que se asocian a la implementación de la técnica del injerto es la aparición de rebrotes nacidos desde las yemas adventicias, desde las raíces de la planta antigua, lo que puede provocar que aflore parte de la variedad original.

Por otro lado, los detractores del replante de nuevas variedades sostienen que en este campo se han observado otros problemas, como crecimientos irregulares, bajos comportamientos productivos, pardeamiento y necrosis en la raíz y hasta la muerte de las plantas en algunos casos. Estos comportamientos se observan principalmente ligados a la presencia de hongos, bacterias, actinomicetos y nemátodos en el suelo, también a la modificación del pH del terreno y la ocurrencia de alteraciones químicas de origen nutricional, entre otros factores.

Cuestión de tiempo

Indudablemente que el factor tiempo es fundamental para optar por uno u otro sistema, debido a que cuanto antes se esté en condiciones competitivas, mayor será la presencia en el mercado.

En el caso del replante varietal, los expertos aconsejan que la forma más efectiva de evitar los problemas asociados es esperar un lapso prudente entre el arranque de las plantas antiguas y el establecimiento de las nuevas, con el fin de que los patógenos peligrosos presentes en el suelo vayan inactivándose. Algunos expertos sitúan en cuatro años este tiempo de espera para que el nuevo material se comporte de manera óptima, por lo que claramente el factor tiempo convierte en inviable esta operación desde el punto económico para la industria exportadora moderna.

La experiencia entonces demuestra que el injerto vegetal es una alternativa mucho más rápida y de menor costo, porque la técnica del injerto permite cambiar la variedad de cultivo sin necesidad de arrancar y volver a plantar.

En la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, el ingeniero agrónomo y Magister en Ciencias, Pablo Muñoz, hace años ha desarrollado estudios de injertos con el objetivo del recambio de variedades y comenta que el 2016 realizaron ensayos de recambio de variedades desde la VII a la IX Región de Chile, injertando Duke, Brigitta y Legacy, sobre O`Neal, Bluecrop, Chandler y Elliott, es decir, sobre variedades que el mercado deja fuera por problemas de calidad y condición de llegada a los mercados.

El investigador asegura que con la modalidad de injerto en las plantas los montos de inversión son mucho menores y asequibles para los pequeños y medianos agricultores.

Advertencia de Pilar Bañados 

La ingeniera agrónoma y especialista en berries, Pilar Bañados, ante la consulta sobre el injerto, apoya a los que piensan que es una muy buena opción para el recambio varietal y explica que, si se ocupan buenos pies, en plantaciones que estén en buenas condiciones de raíces, en lugar de verse obligados a arrancarlas, los injertos son una muy buena alternativa.

“Un aspecto que es importante mencionar cuando se habla de injerto es con qué variedades recambiar. Cuando se hace con variedades libres, tales como Duke, por ejemplo, no hay problema. Cuando en cambio se piensa en la posibilidad de injertar con variedades protegidas, afectas al pago de royalty, o incluso con variedades Club, este tema se complejiza ya que se debe contar primero con la autorización del respectivo licenciatario y de ser autorizados se debe considerar el pago de los royalties correspondientes, y la entrega de fruta a los dueños de la licencia de ser el caso”, advierte la experta.

Fuente
Martín Carrillo O. – Blueberries Consulting

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