La apariencia es la primera relación del fruto con el consumidor

Los frutos del arándano pueden presentar diversas alteraciones en su piel debido a factores ambientales, genéticos, fisiológicos y/o patológicos, afectando su calidad, valor comercial y vida de postcosecha. Tema que será abordado por el experimentado investigador Bruno Defilippi en el encuentro de Lima.

Los manejos del cultivo del arándano, producido en la perspectiva de la industria exportadora y los altos requerimientos del mercado y los consumidores, son complejos. La producción de manera industrial es cada vez más dinámica, cambiante y muy especializada. No solo se trata de ser productivo y cosechar grandes volúmenes, sino que se trata de llegar con un producto de alta calidad, a la altura de los altos estándares exigidos por el consumidor final en cualquier parte del mundo.
La variedad adecuada, el suelo indicado o el sustrato correcto son la base, luego la salud del cultivo y la nutrición necesaria es lo indispensable en el manejo de campo. Finalmente damos paso al proceso de cosecha y la preocupación por los kilos, el calibre, el sabor, la firmeza del fruto y la logística de cosecha y postcosecha adecuada para soportar el largo viaje hacia los mercados de destino.

Aspecto visual
Entre todas estas tareas hay diversos aspectos que el productor debe estar atento para conseguir un producto de calidad que le permita buenos retornos económicos, entre estos está la preocupación por la piel del fruto, un aspecto vital porque la primera aceptación del consumidor es por su apariencia visual.
Este tema es de máximo interés para la industria exportadora y será abordado en profundidad por el reconocido investigador y académico, Bruno Defilippi, en su charla: “Desórdenes y alteraciones de la piel en frutos”, que dictará en el XXXIV Seminario Internacional de Blueberries, que se realizará en el Centro de Convenciones de Lima este 12 y 13 de marzo.

Factores varios
Los frutos del arándano pueden presentar diversas alteraciones en su piel debido a factores ambientales, genéticos, fisiológicos y/o patológicos. Estas alteraciones afectan su calidad, valor comercial y vida de postcosecha. Estas se pueden producir por factores ambientales, debido a que los cambios en las condiciones climáticas pueden causar alteraciones como golpes de sol, aparición de manchas decoloradas en la piel del fruto, rajado, pardeamientos, etc.; por factores genéticos, fisiológicos, deficiencias de nutrientes o desequilibrios hormonales durante la maduración, así como también, por la presencia de plagas o enfermedades.
Cosecha y postcosecha
La piel del arándano también pude sufrir daño durante la manipulación de cosecha, transporte y almacenamiento en postcosecha, como daños por calor, por magulladuras, pérdidas de turgencia o daños por frío, entre otros.

Las alteraciones en la piel de los frutos pueden reducir su calidad y aceptación en el mercado. Para minimizar estos problemas, es esencial aplicar buenas prácticas agrícolas, controlar las condiciones climáticas y de almacenamiento, y monitorear la presencia de plagas y enfermedades. La investigación y selección de variedades resistentes también juegan un papel clave en la prevención de estos desórdenes. En esta perspectiva está enfocada la charla “Desórdenes y alteraciones de la piel en frutos”, del profesor y consultor internacional, Bruno Defilippi, que realizará en la primera jornada del encuentro de Lima.

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Fuente
Blueberries Consulting

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