Mario Salazar, Director General de la Escuela del Conocimiento Compartido (ECC), organismo multidisciplinario peruano, que aborda distintos temas incumbentes al desarrollo del país de una manera colectiva y holística, hace un análisis de la situación actual de la industria peruana del arándano y sus distintas perspectivas y desafíos a superar en su camino de desarrollo.

“Tuve la oportunidad de hablar con varios productores y exportadores de arándanos peruanos (…) y por otro lado, una publicación de iQonsulting, sobre el mercado internacional del arándano me sorprendió gratamente dado el nivel de información que manejaba” explica, revelando algunas de sus fuentes sobre las que basa su reflexión. 

En su relato, comienza resaltando el enorme dinamismo de las exportaciones peruanas de arándanos, pasando de ser un producto casi desconocido hace menos de una década, a convertirse en “uno de los principales productos de nuestra canasta agroexportadora”, sostiene. 

Según IQonsulting, en la última temporada Perú consiguió un crecimiento del 68%, debido a que aumentó sus envíos desde las 73.977 toneladas exportadas en la campaña 2018 / 2019, a las 124.831 toneladas enviadas en la temporada 2019 / 2020 (según cifras de AGAP)

La vista puesta en México

Salazar, en su opinión en Agraria.pe destaca que la oferta de arándanos por parte de México está presente prácticamente todo el año, aunque su pico de envíos ocurre en abril, por lo que llama a observar los volúmenes de este país, que pasó de 36.697 toneladas en la campaña 2018 / 2019, a 42.500 en la de 2019 / 2020, lo que implica un crecimiento de casi 31%, según sus cifras. 

“Por dos razones es importante no perder de vista a México. La primera es que está cerca de nuestro principal mercado y la segunda que ocupa gran parte de nuestra ventana de producción; México representa siempre una amenaza para los productores peruanos”, advierte.

“Aproximadamente el 56% de nuestras exportaciones de arándanos van a los Estados Unidos, y México, debido al menor costo de su logística hacia el país del norte, tiene una ventaja sobre nosotros. Esto ya nos ocurrió con los espárragos peruanos; hay referencias de que, algunas empresas productoras de arándanos en el Perú ya exploran llevar a cabo operaciones en los estados de Jalisco, Sinaloa y Michoacán, principales zonas productoras de México”, explica. 

“En medida que México crezca en volumen, sobre todo en el periodo de septiembre a diciembre, representará una amenaza para el Perú, ya que su participación tendrá como consecuencia directa la baja de precios en el mercado americano”, enfatiza. 

Nuevas variedades 

En el aspecto del recambio varietal, acción que han emprendido varios países competidores, Mario Salazar relata que es sabido que la mayor parte de las áreas sembradas en Perú son Biloxi, que es una variedad libre. “Sin embargo, muchas empresas ya comenzaron a sembrar otras variedades, tales como Ventura, Emerald, Bonita, etc., que cumplen con requisitos como alto rendimiento y calidad. Aspectos de calidad, como un bríx alto y un “bloom” parejo y notorio, que son importantes para mercados como China”.

El aspecto del cambio varietal es muy importante para el director de ECC, no sólo por los alcances expuestos de mayor productividad y calidad de fruta, sino porque “la variedad importa, para evitar la ‘commoditizacion’ del arándano peruano” sostiene, y ejemplifica con la experiencia de la industria de la uva peruana, recordando el caso de la uva Red Globe en el Perú, “cuyo precio internacional ‘matamos’ con una sobreproducción”, subraya. 

“Buscar variedades que dejen atrás a la Biloxi y se concentren en características que encajen con los gustos del consumidor chino, puede ser una válvula de escape para todo el volumen que se viene”, finaliza en su reflexión.