Bruno Defilippi: “La duración en postcosecha es una deuda de las variedades”

“Hay mucha disponibilidad varietal tanto en Perú como en Chile. Ventura desplazó a Biloxi. Hay fruta de mejor sabor y mejor firmeza, pero no se ha traducido en mejor postcosecha”.

El investigador del Instituto de Investigaciones Agropecuarias de Chile (INIA), Bruno Defilippi Bruzzone, es tal vez el más importante especialista en etapa de postcosecha de la fruta a nivel internacional. No solo es recurrente para la industria exportadora en materia de asesoramiento respecto a su conocimiento de la fenomenología especial de la fruta en esta etapa, sino que es un consultado científico, autor de muchas publicaciones y reconocido por el medio internacional relacionado a la agricultura.

El estado actual de la industria del arándano es muy dinámico y es necesario estar atentos a todos los aspectos del cultivo. Hay consenso en que la demanda por el consumo del fruto sube de manera constante, pero también hay consenso en que los niveles de exigencias de los consumidores también se han elevado. Los mercados privilegian la fruta de buena calidad, con firmeza, sabor y calibre, en buena condición, y producida dentro de los parámetros de sustentabilidad ambiental y social.

Consultamos a Bruno Defilippi sobre lo nuevo en el campo de la investigación en el campo de la postcosecha.

Hay que empezar siempre con el tema del efecto pandemia, nos comenta. “Por las dificultades que ha tenido el transporte marítimo, los tiempos son más largos a destino, es menor cantidad lo que se puede trasladar. En este aspecto el más afectado ha sido Perú, y luego Chile”, relata.

Destaca que además de todas las dificultades ocasionadas por la ausencia de transporte y el embotellamiento producido, “en un contexto general, y dependiendo de la empresa, el costo de flete es mayor y mayor también el tiempo hasta el destino”.

Una deuda de las variedades

En el contexto del viaje a destino destaca también que el tema de la variedad genética es importante. “Hay mucha disponibilidad varietal tanto en Perú como en Chile. Ventura desplazó a Biloxi. Hay fruta de mejor sabor y mejor firmeza, pero no se ha traducido en mejor postcosecha”.

El especialista considera que existe mucha expectativa, pero los problemas siguen siendo los mismos. “La duración en postcosecha es una deuda de las variedades. Hay variedades nuevas que se dan muy bien en un lado, pero no en otro, entonces varía la calidad y la cantidad del producto”, reclama.

¿Existen nuevas tecnologías para el área?

Tecnología no hay nueva, por lo que el énfasis que he dado el último año lo he puesto en la optimización de la tecnología que tenemos, como la atmósfera controlada (AC) y la atmósfera modificada (AM), que son las tecnologías que siguen siendo las prioritarias.

Bruno Defilippi hace años golpeó la mesa de los productores acostumbrados a darle una categoría de milagrosa a la tecnología, pensando que todo lo soluciona al final. “¡La postcosecha comienza en la precosecha!”, sentenció, explicando que cada cosa que se haga o se deje de hacer en las etapas previas repercuten finalmente en el resultado final. Las etapas del proceso productivo del cultivo no avanzan por carriles separados. La AC o AM no solucionan milagrosamente los problemas originados en manejos anteriores.

La entrevista completa se puede ver en Revista BlueMagazine en su versión online

Fuente
Martín Carrillo O.- Blueberries Consulting

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