Cada vez hay más frutas y verduras de Marruecos en Italia, Europa y otros continentes. Basta  con hojear las listas de precios de los mercados mayoristas o darse una vuelta por la sección de frutas y verduras de la gran distribución para descubrir los tomates rojos y redondos o el melón que estos días se intercala con el producto siciliano. Pero la cuota de aguacates y pimientos también está creciendo. Los frutos pequeños crecen rápidamente: desde las frambuesas hasta los arándanos. Marruecos cultiva frutas y verduras como otros países del Magreb: las naranjas egipcias y las alcachofas tunecinas son una constante.

Marruecos entre los tres exportadores mundiales de más rápido crecimiento

Más allá del diagnóstico visual y de la escucha de los operadores, hay datos que confirman el fuerte ascenso de Marruecos. La revista Morocco World News ha dedicado espacio al fenómeno, citando la publicación EastFruit que «recientemente lo clasificó entre los tres exportadores agrícolas de más rápido crecimiento en el mundo».

Sobre este tema, resultan interesantes las palabras de  Andriy Yarmak, economista de la FAO : «Tras trabajar en Marruecos durante los últimos tres años, he aprendido a apreciar la distintiva cultura empresarial del país. No existe el pensamiento cortoplacista. Las empresas agrícolas estructuran sus acciones según una visión fundamental, sostenible y estratégica. A diferencia de los mercados impulsados ​​por las ganancias a corto plazo».

Optimizar recursos a través de la tecnología

En particular, se enfatiza la integración de la responsabilidad ambiental con la competitividad del mercado . Un hecho clave en tiempos de cambio climático. «Marruecos mantiene una producción exportadora estable a pesar de la grave escasez de agua y la sequía , con algunas regiones sin lluvias durante cinco meses consecutivos». Una situación drástica pero mitigada gracias a la tecnología: “ Sistemas  de riego de precisión , prácticas agrícolas adaptadas al clima, habilidades de gestión del suelo e infraestructuras poscosecha eficientes”.

Un elemento significativo destacado por el economista es el enfoque que no se limita a aumentar el rendimiento en el campo sino que busca satisfacer  estándares internacionales de calidad y exigencias de trazabilidad.

Crecimiento exponencial de la producción de tomate: crece un 19% en un año

Son los números los que dan sustancia al análisis. Marruecos exporta 690 mil toneladas de tomates al año , un  aumento del 19% en comparación con el año anterior . Esto es gracias a la abundante «luz solar» de regiones como Souss-Massa y a las modernas técnicas de cultivo. El periódico cita a una exportadora marroquí, Fatiha Charrat, directora general adjunta del grupo Delassus, quien señala que las variedades no redondas representan «el 58% de las exportaciones totales».

Las exportaciones son buenas, pero las ventas al exterior generan problemas sociales internos, escribe myfruit.it , hasta el bloqueo impuesto por el Gobierno para satisfacer las demandas del mercado interno. Sin embargo, el aumento exponencial de la producción mitiga el problema.

Crecen las exportaciones de aguacates, pepinos y pimientos

No sólo tomates. Marruecos registra un crecimiento en las exportaciones de otras hortalizas. Aquellos que se denominan estrellas en ascenso y entre los que se encuentran: “Aguacate, pepinos y pimientos”. Todos productos que nos ven en competencia con el país que mira al Mediterráneo.

Boom para las frutas pequeñas: se triplican las exportaciones de arándanos

El informe destaca el verdadero auge de las frutas pequeñas. Empezando por el arándano: «cuyas exportaciones han registrado un crecimiento particularmente impresionante,  triplicándose en tan solo cinco años y asegurándose un espacio privilegiado en los mercados internacionales. Cantidad y calidad. Hoy, por ejemplo, estos son los precios de los arándanos marroquíes en Italia en los mercados mayoristas: Bolonia (18 euros), Florencia (15), Treviso (16,5), Verona (14), Génova (18).

Los melones cuestan más de 3 euros el kilo

En los mercados italianos hay una fuerte presencia de productos marroquíes. Y las citas importan. Enfatizan la calidad. En Bérgamo, el melón en red procedente de Marruecos tiene un precio medio de 3,20 euros, frente a los 3,30 de la versión siciliana. En Bolonia los precios son los mismos: 3 euros el kilo. En Nápoles baja, pero sólo unos céntimos: 2,85. En las últimas semanas la sandía también se ha cotizado entre 1,20 y 1,40 euros el kilo.

Miramos al mercado asiático

Los productos del país hacia el Este. Esta tendencia se ve reforzada por un proyecto firmado por la FAO y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD ) en apoyo de una misión comercial dirigida a los mercados del Sudeste Asiático , en particular Singapur y Malasia.

Son todas piezas de un rompecabezas que reflejan la creciente competitividad agrícola de Marruecos. Un país a seguir con atención.