Federico Beltrán / Terra Business (Perú): “Las crisis generan transformaciones y traen progresos”
El gerente general de Terra Business en Perú, Federico Beltrán, es un experimentado actor de la industria frutícola latinoamericana y protagonista en los más diversos encuentros internacionales realizados en distintos continentes. Su presencia como invitado especial, relator o conferencista en temas relacionados con la fruticultura, especialmente del mercado del arándano, lo convierten en privilegiado, en la medida de contar con una mirada holística y global, lo que le permite una mayor certeza a la hora de diseñar caminos o estrategias futuras. Conversamos con Federico Beltrán sobre la contingencia y el mundo que viene: ¿Qué impacto cree usted que la pandemia provocará en la industria frutícola peruana de exportación? ¿Qué medidas debiera adoptar Perú para anticiparse o adecuarse al posible nuevo escenario mundial? ¿En el caso de la industria del arándano peruana, qué cambios debería implementar para mantener su competitividad? Federico Beltrán es uno de los pioneros en la introducción del cultivo del arándano en Perú. Es un gran conocedor de la industria, apostando de manera permanente por su desarrollo, con mayor conocimiento y con más tecnología.
Por otro lado, y por suerte para la industria frutícola peruana, el impacto inicial de la crisis global comenzó cuando terminaba la campaña de exportación de uva y mango; y se generaba entre la semana 13 y 18 (quincena de marzo y fines de abril) un período de baja actividad agroexportadora. Esta pausa nos permitió entender mejor la complejidad y adecuarnos a los nuevos protocolos. Actualmente se está desarrollando las campañas de cítricos y palta con cierta normalidad. Se estima exportar 360,000 tm de palta, principalmente a Europa, encontrándose el mercado activo y con buenos precios. Sin embargo, es difícil predecir como será la vida después que podamos superar esta crisis global. Sin duda habrá cambios importantes. No sabemos con certeza cuánto se afectará la demanda en el tiempo por esta pandemia. En este contexto, los alimentos en general que tengan una mayor contribución a la salud serán los que mantengan e inclusive incrementen su consumo y demanda.
Los mayores volúmenes de cosecha y exportación se inician a mediados de julio. Esperamos que muchas de las complejidades del reacomodo de la cadena de suministros sean superadas para entonces y tengamos más claridad del estado de los mercados. Debemos estar atentos a evitar la interacción de las variables de incremento de oferta y contracción de la demanda.
Importante será anticiparse a las regulaciones laborales de distanciamiento social que afectará la disponibilidad y costo de la mano de obra. Además de los problemas de logística e infraestructura en la cadena de suministros. Favorablemente, los atributos de salud de los arándanos y el conocimiento masivo de los mismos, además de la facilidad y deleite en su consumo, han permitido un incremento progresivo de la demanda por parte de consumidores de distintas latitudes.
“La estrategia para incrementar nuestra competitividad y enfrentar la complejidad de la crisis debe estar basada en mantener el nivel de calidad y condición del producto, y por otro lado distribuir la oferta de manera organizada a los mercados. Tecnología y genética, para conseguir mayores estándares de competitividad y diferenciación en los mercados, siguen siendo las herramientas clave”.
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