Actualización sobre el COVID-19: El USDA y la FDA enfatizan que la información epidemiológica y científica actual indica que no hay transmisión del COVID-19 a través de los alimentos o de los envases de los alimentos
Después de más de un año de que el brote de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) fuera declarado una emergencia de salud mundial, el Departamento de Agricultura de EE.UU., (USDA) la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC) siguen recalcando que no hay pruebas creíbles de que los alimentos o los envases de alimentos estén asociados o sean una fuente probable de transmisión viral del coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo 2 (SARS-CoV-2), el virus causante del COVID-19. Nuestra confianza en la seguridad del suministro de alimentos de EE. UU. sigue siendo firme. Los consumidores deben estar tranquilos porque seguimos creyendo, basándonos en nuestro conocimiento de la información científica fiable disponible actualmente, y con el apoyo del enorme consenso científico internacional, que es muy poco probable que los alimentos que consumen y los envases de alimentos que tocan transmitan el SARS-CoV-2.
Es especialmente importante señalar que el COVID-19 es una enfermedad respiratoria que se transmite de persona a persona, a diferencia de los virus gastrointestinales o transmitidos por los alimentos, como el norovirus y la hepatitis A, que suelen enfermar a través de alimentos contaminados. Aunque hay relativamente pocos informes sobre la detección del virus en los alimentos y los envases, la mayoría de los estudios se centran principalmente en la detección de la huella genética del virus, más que en la evidencia de la transmisión del virus que resulta en la infección humana. Dado que el número de partículas del virus que teóricamente podrían captarse al tocar una superficie sería muy pequeño y la cantidad necesaria para la infección por inhalación oral sería muy alta, se considera que las posibilidades de infección por tocar la superficie de los envases de los alimentos o por comerlos son extremadamente bajas.
El USDA y la FDA comparten esta actualización basándose en la mejor información disponible de las entidades científicas de todo el mundo, incluyendo un consenso internacional continuo de que el riesgo de transmisión del SARS-CoV-2 a los seres humanos a través de los alimentos y los envases de alimentos es extremadamente bajo. Por ejemplo, en un informe reciente de la Comisión Internacional de Especificaciones Microbiológicas para los Alimentos (ICMSF, por sus siglas en inglés), se afirma lo siguiente «A pesar de los miles de millones de comidas y envases de alimentos manejados desde el comienzo de la pandemia del COVID-19, hasta la fecha no ha habido ninguna prueba de que los alimentos, los envases de alimentos o la manipulación de alimentos sean una fuente o una vía de transmisión importante para el SARS-CoV-2 que da lugar al COVID-19». Otras revisiones bibliográficas y análisis de otros países están de acuerdo.
Además, teniendo en cuenta los más de 100 millones de casos del COVID-19, no hemos encontrado pruebas epidemiológicas de que los alimentos o los envases de alimentos sean la fuente de transmisión del SARS-CoV-2 a los seres humanos. Además, la transmisión no se ha atribuido a productos o envases alimentarios a través de los sistemas de vigilancia nacionales e internacionales. Las operaciones de las empresas alimentarias siguen produciendo un suministro constante de alimentos seguros siguiendo las Buenas Prácticas de Fabricación y los controles preventivos actuales, centrándose en las buenas prácticas de higiene y manteniendo la seguridad de los trabajadores. Basándose en la información científica que sigue estando disponible a lo largo de la pandemia, el USDA y la FDA siguen confiando en la seguridad de los alimentos disponibles para los consumidores estadounidenses y exportados a clientes internacionales.
La FDA, una dependencia del Departamento de Salud y Servicios Sociales de los Estados Unidos, protege la salud pública asegurando la protección, eficacia y seguridad de los medicamentos tanto veterinarios como para los seres humanos, las vacunas y otros productos biológicos destinados al uso en seres humanos, así como de los dispositivos médicos. La dependencia también es responsable de la protección y seguridad de nuestro suministro nacional de alimentos, los cosméticos, los suplementos dietéticos, los productos que emiten radiación electrónica, así como de la regulación de los productos de Tabaco.
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