Trump posterga aplicación de aranceles a México, pero medida no significa un alivio para los importadores

Si bien se trata de una buena noticia, una nueva Guerra Comercial entre China y EE. UU. sería un perjuicio mucho mayor

El Presidente de EE. UU., Donald Trump, suspendió por un mes los nuevos aranceles a México después de que México acordara el lunes reforzar su frontera norte con 10.000 miembros de la Guardia Nacional para frenar el flujo de migración ilegal y drogas. El acuerdo también incluye un compromiso de EE. UU. para prevenir el tráfico de armas de alto poder a México, dijo la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, en la red social X.

Ambos líderes hablaron por teléfono el lunes, apenas horas antes de que entraran en vigor los aranceles estadounidenses a México, China y Canadá. Los economistas dicen que los elevados gravámenes causarían un daño económico generalizado, incluido un aumento de los precios para las empresas y los consumidores estadounidenses.

Ambos países utilizarán la suspensión de un mes para entablar más negociaciones, señaló Trump. «Espero participar en esas negociaciones, con la Presidenta Sheinbaum, mientras intentamos lograr un ‘acuerdo’ entre nuestros dos países», escribió en Truth Social.

Una buena noticia, pero no es suficiente

Peter Sand, analista jefe de Xeneta indicó que “un retraso en los aranceles a México es una buena noticia, pero no hace nada para aliviar las preocupaciones sobre el reinicio de la guerra comercial entre EE. UU. y China, que representa un riesgo de un orden de magnitud completamente diferente”.

Sand agregó que los importadores tienen muy pocas opciones disponibles para lidiar con la amenaza arancelaria. “Trump ha impuesto aranceles casi de inmediato, por lo que si los importadores no han tomado medidas hasta ahora, ya es demasiado tarde. Pueden considerar trasladar las cadenas de suministro de China a países como la India o el sudeste asiático, pero esto requiere tiempo, inversión financiera y un profundo conocimiento de los datos y la inteligencia del mercado”, argumentó.

El analista subrayó que los importadores estadounidenses se están viendo afectados por una oleada tras otra de disrupciones y costos en espiral para importar bienes. “Ya se han enfrentado a aumentos masivos en los costos de transporte marítimo de contenedores debido al conflicto en el Mar Rojo y ahora se enfrentan a un aumento del 10% en los aranceles a las importaciones de China”.

Manifestó al respecto que “es difícil ver cómo una empresa puede absorber estos costos sin aumentar los precios para el consumidor final. Dado que más del 40% del total de las importaciones en contenedores a los EE. UU. provienen directamente de China, son muchas empresas y muchos consumidores los que se verán afectados”.

La amenaza de una nueva Guerra Comercial

Sand indicó “el alto el fuego entre Israel y Hamás planteó la perspectiva de un mejor año para los propietarios de carga en 2025 si un regreso a gran escala de los buques portacontenedores al Mar Rojo hace que bajen las tarifas de flete”.

No obstante, destacó que “la última medida de Trump ha hecho mella en esas esperanzas porque cualquier beneficio que obtenga un importador mediante tarifas de flete más bajas se verá más que compensado por un aumento del 10% en los aranceles”.

“Si China toma represalias y entramos en otra Guerra Comercial en escalada, una situación ya muy mala empeorará aún más para los importadores estadounidenses”.

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