Principalmente se puso el énfasis en la calidad de la fruta, uno de los factores cruciales para proyectar el desarrollo de la industria en el mediano y largo plazo. También se abordaron otros retos importantes, como la renovación varietal y la necesidad de anticiparse a posibles escenarios arancelarios en mercados clave como Estados Unidos.
El mercado del arándano no solo sigue vigente, sino que la demanda por el fruto se mantiene en aumento en todos los continentes, por lo que el negocio del arándano está en pleno desarrollo, acompañado de una nueva genética que permite ofrecer un fruto de mejor calibre, mejor firmeza y condición de llegada al consumidor final.
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