Perú proyecta superar las 400 mil toneladas de arándanos exportados enfrentando grandes retos logísticos y comerciales

La industria peruana del arándano se prepara para afrontar una de sus campañas más ambiciosas y exigentes. Según las estimaciones preliminares de Proarándanos, la campaña 2025-2026 podría cerrar con más de 400 mil toneladas exportadas, consolidando el liderazgo mundial de Perú en este sector. Sin embargo, el incremento sostenido en volumen viene acompañado de retos logísticos y comerciales que deben ser abordados con planificación estratégica y colaboración entre actores públicos y privados.
Las cifras provienen de un análisis que incluye la información de empresas que representaron el 93,5 % del volumen exportado durante la campaña 2024-2025, lo que otorga una base sólida a las proyecciones. Este nivel de representatividad reafirma la posición de Perú como principal exportador mundial de arándanos frescos, superando a gigantes como Estados Unidos y Chile en esta categoría.
Coordinación logística y expansión comercial
Uno de los principales retos identificados para esta nueva campaña será la capacidad de respuesta logística durante los meses de mayor actividad exportadora. El informe de Proarándanos estima que septiembre, octubre y noviembre concentrarán más del 60% del volumen total exportado, con un peak en la semana 42 a mediados de octubre, donde se espera movilizar cerca de 24 mil toneladas de fruta. Este flujo exigirá una operación altamente coordinada en cosecha, empaque, transporte interno, conservación en frío y despacho internacional.
Los cuellos de botella logísticos, que ya se evidenciaron en campañas anteriores, siguen siendo motivo de preocupación. La congestión en el puerto del Callao, la escasez de camiones y conductores calificados, y la superposición con la temporada alta de exportación de uvas en diciembre, podrían afectar seriamente la eficiencia operativa del sector. Para mitigar estos riesgos, se han propuesto medidas como la diversificación de puertos de salida, la optimización del calendario de cosechas y la incorporación de buques cámara para reducir la presión sobre las rutas tradicionales.
A nivel comercial, Estados Unidos sigue liderando como principal mercado, absorbiendo más del 50% de las exportaciones peruanas de arándano. No obstante, la creciente saturación de ese mercado ha ejercido presión sobre los precios, lo que acentúa la necesidad de diversificar los destinos. Asia, Europa y el sudeste asiático emergen como regiones clave para consolidar el crecimiento. En paralelo, las campañas de promoción internacional y el fortalecimiento de los estándares de calidad son fundamentales para mantener la competitividad frente a un consumidor global cada vez más exigente.
Tecnología, sostenibilidad y profesionalización
La expansión del cultivo de arándano no solo ha transformado el panorama agrícola del país, sino que también ha tenido un fuerte impacto socioeconómico. Regiones como La Libertad, Lambayeque y Áncash han visto crecer el empleo rural y la inversión en infraestructura agrícola y logística. El desarrollo de tecnologías de riego, cosecha y postcosecha, sumado a la profesionalización de la mano de obra, ha permitido que el sector mantenga estándares internacionales de calidad y trazabilidad.
La innovación tecnológica es otro factor clave que impulsa la competitividad. El uso de sensores climáticos, plataformas de monitoreo remoto, softwares de trazabilidad y mejoras en los sistemas de empaque y refrigeración permiten optimizar procesos, reducir pérdidas y garantizar la calidad del fruto desde el campo hasta el destino final. Estas herramientas son esenciales para afrontar los desafíos de la distancia y los tiempos de tránsito hacia mercados lejanos como China o Corea del Sur.
A pesar de los retos estructurales, las perspectivas para la campaña 2025-2026 son optimistas. Las condiciones climáticas han sido favorables en las principales zonas productoras del país, permitiendo una recuperación significativa de las plantaciones. En ese contexto, se espera que esta campaña no solo rompa récords en volumen, sino que también represente un nuevo hito en la profesionalización del sector y en la consolidación de una estrategia agroexportadora sostenible.
Con una visión que integra apertura comercial, diversificación de mercados, innovación tecnológica y prácticas sostenibles, Perú se prepara para mantener su posición de liderazgo mundial en la industria del arándano. La clave estará en la capacidad del sector para anticiparse a los desafíos logísticos y adaptarse a un entorno comercial dinámico y altamente competitivo.
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